viernes, 28 de mayo de 2010

LOPEZ OBRADOR ES LA SUMA
DE CONVERGENCIAS Y DIVERGENCIAS POR EL RESCATE DEL PAIS

La grave situación que afronta el país demanda la solución urgente de las profundas contradicciones sociales; sólo los escenarios previos a la Revolución de Independencia, a la Reforma y a la Revolución Mexicana, son comparables a los que vivimos hoy. El estado general que guarda el país es propicio para los grandes cambios y transformaciones, los que deberán resultar del choque inevitable de largas contradicciones sociales insolutas. Nuestro tiempo y nuestra generación corresponden por igual a un proceso irreversible que ya está en marcha, seremos testigos –querámoslo o no-, de la construcción de la cuarta etapa de nuestro proceso revolucionario, la lucha de hoy es contra el neoliberalismo en todos sus aspectos.
En un país al límite de su resistencia material y espiritual, a que lo ha conducido la feroz dictadura económica y las fuerzas políticas dominantes del PRIANato, Andrés Manuel López Obrador sigue siendo hasta hoy el continuador de la experiencia histórica de nuestra nación. A estas fechas, el movimiento político que él encabeza, bajo la denominación de Presidencia Legítima de México, ha llegado ya a todos los rincones de la geografía nacional.
En López Obrador se personalizan las demandas colectivas del pueblo de México, es el eje aglutinador y conductor de masas, es la suma de una diversidad de fuerzas políticas y sociales que se oponen a que nuestro pueblo siga siendo conducido hacia el precipicio. Representa la encarnación de una bandera y un programa común de un amplio frente nacional, democrático y patriótico, nutrido de diversas fuerzas y formaciones ideológicas, con convergencias y divergencias, cuyo propósito fundamental que los une es la idea central de rescatar a México de la tiranía económica y política que lo ahoga.
En las actuales circunstancias la alianza política electoral con el PRI y con el PAN es una traición a México. Como resultado de una composición heterogénea de las fuerzas que integran el movimiento libertario que conduce López Obrador; de la diversidad ideológica y de intereses de clase que representan, se ha presentado en esta coyuntura electoral local de 2010, una de las mayores divergencias al interior del movimiento. Al no haber claridad de ideas ni definición de parte del sector que proviene de la pequeña burguesía, incrustada en los partidos PRD, PT y Convergencia, se llegó al absurdo de participar coaligados con el PAN en la elección para gobernador en algunos estados de la República.
Es tal la equivocación y lo insostenible de la argumentación del llamado DIA (Diálogo por la reconstrucción de México) como pretender cambiar lingotes de oro por cacahuates. ¿Cómo se puede negociar con los jefes políticos de la dictadura económica atroz que tiene sumido al pueblo en la miseria, sólo para sustituir a un virrey?, ¿acaso no es más coherente la lucha contra quienes imponen las políticas públicas a todo el país, que contra un “cacicazgo local” .
¿Como se explica, si no es así, que hablen de una inminente "restauración autoritaria? En otras palabras, aceptan que el régimen de Calderón es democrático. Que la restauración autoritaria solo viene del PRI, en consecuencia, que el gobierno del PAN, parafraseando a Calderón, "haiga llegado al poder como haiga llegado", es mejor que el regreso del PRI al poder. Atrás quedaron las acusaciones de que este gobierno fue impuesto mediante el fraude electoral, mediante la fuerza autoritaria del capital transnacional que invirtió cientos de millones de pesos en la campaña del miedo para inducir el voto por el PAN, para asegurar sus privilegios? Eso error garrafal es igual que poner un problema local por encima de un problema nacional.
López Obrador y los sectores más definidos ideológicamente han expresado su rechazo a esta postura oportunista, una y otra vez se ha sostenido que: “es un error vincularnos con los partidos de la oligarquía, sobre todo, en momentos en que debemos decir con mucha claridad que somos distintos y enarbolamos un proyecto alternativo de nación. Debemos anclarnos en la izquierda, posicionarnos bien, mostrar que somos diferentes. No hacerlo significa desdibujarnos, perder fuerza e identidad. No es tiempo para el zigzagueo político, las circunstancias exigen definición”: AMLO.
Por lo mismo, la declaración del movimiento es contundente: Primero, no estamos de acuerdo con esas alianzas; segundo, cualquier ciudadano miembro de nuestro movimiento puede participar en los procesos electorales, pero será a título personal; tercero, ni el Presidente Legítimo ni algún otro dirigente del movimiento apoyarán las campañas en las que los candidatos del PRD, PT o Convergencia, también sean postulados por el PRI o por el PAN; cuarto, nuestro principal objetivo es la transformación del país y la estrategia para lograrlo radica, como lo hemos venido haciendo, en organizar y despertar la conciencia del pueblo.
Ojalá que las dirigencias de estos partidos extraviados ideológicamente, y que han caído al morral de la derecha fascista, recapaciten, reconozcan su error, y depongan su actitud en los siguientes procesos electorales. Lo peor que puede suceder, es que pongan oídos a los intelectuales de la oligarquía y acepten ir juntos con la derecha en 2012, “para frenar al PRI”. Eso sería darle la espalda al pueblo y entregarse voluntariamente en brazos del enemigo; México no merece esa traición.

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