sábado, 26 de junio de 2010

MIENTRAS LA FANATICADA APLAUDE EL FUTBOL
LOS YANQUIS PREPARAN LA PROXIMA GUERRA

Si Carlos Marx viviera, ya habría asociado en sus máximas el mercantilismo futbolero a la religión como los opios que consumen la conciencia de la humanidad. Durante la celebración de la Copa Mundial de Futbol los pueblos desbordan y exacerban sus emociones al grado de depositar el honor patrio en los botines de la selección nacional, los que al tiempo que corren tras la pelota se llevan entre los pies los símbolos nacionales, los gobernantes en turno y a las mayorías del pueblo, pues a la vista de los fanáticos todo se paraliza mientras dura el torneo de referencia. El negocio multimillonario de los monopolios mediáticos consiste en obligar al pueblo “a ponerse la verde” para que se olvide de sus limitaciones materiales y de la dura realidad existente, mientras el régimen de explotación y miseria gana tiempo y oxigeno.
Esa experiencia aplicada al pueblo mexicano no es la excepción. Felipe Calderón, el mismo que dice ser el primer mandatario, dejó sus responsabilidades pendientes para acudir a la inauguración de la Copa Mundial; ver el primer partido fue su interés supremo, muy por encima de atender los crecientes problemas del país. El fanatismo futbolero también invade los pasillos del Poder Legislativo y sus inquilinos; un caso ilustrativo del ambiente que reina entre los “representantes populares”, es la propuesta que hizo un ilustre diputado del PRI, integrante de la Comisión de Comunicaciones, en el sentido de solicitar la comparecencia del Director Técnico de la Selección Nacional, Javier Aguirre, para que explique ante los diputados el cambio de estrategia que lo llevó a perder el partido frente a la Selección de Uruguay, (comentado por Alfredo Domínguez Muro, en el noticiero de Una a Tres, de Jacobo Sabludovsky, 24 de junio).
Mientras los representantes del pueblo relegan a último término la solución de los problemas que aquejan al país por el júbilo futbolero, mientras el fanatismo mercantil hace presa fácil a los pueblos y los envuelve en ese ambiente festivo artificial, los intereses del imperio yanqui aprovechan para hacer pasar inadvertidas sus maniobras en preparación de la próxima guerra.
El compañero Fidel Castro, haciendo gala de su dilatada experiencia como estadista revolucionario, advierte a los pueblos del mundo de la proximidad de una nueva guerra del imperio yanqui contra el pueblo iraní. Permítanme compartir con ustedes el más reciente artículo del líder cubano, “Reflexiones de Fidel Castro: Cómo me gustaría estar equivocado”, en el cual desentraña los nuevos peligros de la guerra que se avecina.
Aquí comenzamos: “Los que determinan cada paso del peor enemigo de la humanidad, el imperialismo de estados Unidos, una mezcla de mezquinos intereses materiales, desprecio y subestimación a las demás personas que habitan el planeta lo han calculado todo con precisión matemática. En la reflexión del día 16 de junio escribí: “…entre juego y juego de la Copa Mundial de Fútbol, las diabólicas noticias se van deslizando poco a poco, de modo que nadie se ocupe de ellas”.
El famoso evento deportivo ha entrado en sus momentos más emocionantes. Durante 14 días, los equipos integrados por los mejores futbolistas de 32 países han estado compitiendo para avanzar hacia la fase de octavos de final; después vendrán sucesivamente las fases de cuartos de final, semifinales y el final del evento. El fanatismo deportivo crece incesantemente, cautivando a cientos y tal vez miles de millones de personas en todo el planeta.
Habría que preguntarnos cuántos, en cambio, han conocido que desde el 20 de junio naves militares norteamericanas, incluido el portaaviones Harry S. Truman, escoltado por uno o más submarinos nucleares y otros buques de guerra con cohetes y cañones más potentes que los de los viejos acorazados utilizados en la última guerra mundial entre 1939 y 1945, navegaban hacia las costas iraníes a través del canal de Suez. Junto a las fuerzas navales yanquis avanzan buques militares israelitas, con armamento igualmente sofisticado, para inspeccionar cuanta embarcación parta para exportar e importar productos comerciales que el funcionamiento de la economía iraní requiere.
El Consejo de Seguridad de la ONU, a propuesta de Estados Unidos, con el apoyo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, aprobó una dura resolución que no fue vetada por ninguno de los cinco países que ostentan ese derecho. Otra resolución más dura fue aprobada por acuerdo del Senado de estados Unidos. Con posterioridad, una tercera, más dura todavía, fue aprobada por los países de la Comunidad Europea. Todo tuvo lugar antes del 20 de junio, lo que motivó un viaje urgente del Presidente francés Nicolás Sarkozy a Rusia, según noticias, para entrevistarse con el jefe de Estado de ese poderoso país, Dimitri Medvedev, con la esperanza de negociar con Irán y evitar lo peor.
Ahora se trata de calcular cuándo las fuerzas navales de Estados Unidos e Israel se desplegarán frente a las costas de Irán, y unirse allí a los portaaviones y demás buques militares norteamericanos que montan guardia en esa región. Lo peor es que, igual que Estados Unidos, Israel, su gendarme en el Medio Oriente, posee modernísimos aviones de ataque y sofisticadas armas nucleares suministradas por los yanquis, que lo convirtió en la sexta potencia nuclear del planeta por su poder de fuego, entre las ocho reconocidas como tales, que incluyen a la India y Pakistán.
El Sha de Irán había sido derrocado por el Ayatollah Ruhollah Jomeini en 1979 sin emplear un arma. Estados Unidos le impuso después la guerra a aquella nación con el empleo de armas químicas, cuyos componentes suministró a Irak junto a la información requerida por sus unidades de combate y que fueron empleadas por éstas contra los Guardianes de la Revolución. Cuba lo conoce porque era entonces, como hemos explicado otras veces, Presidente del Movimiento de Países no Alineados.
Sabemos bien de los estragos que causó en su población. Mahmud Ahmadineyad, hoy jefe de Estado en Irán, fue jefe del sexto ejército de los Guardianes de la Revolución y jefe de los Cuerpos de los Guardianes en las provincias occidentales del país, que llevaron el peso principal de aquella guerra.
Hoy, en el 2010, tanto Estados Unidos como Israel, después de 31 años, subestiman al millón de hombres de las Fuerzas Armadas de Irán y su capacidad de combate por tierra, y a las fuerzas de aire, mar, y tierra de los Guardianes de la Revolución. A éstas se añaden los 20 millones de hombres y mujeres, entre 12 y 60 años, escogidos y entrenados sistemáticamente por sus diversas instituciones armadas entre los 70 millones de personas que habitan el país.
El gobierno de Estados Unidos elaboró un plan para llevar a cabo un movimiento político que, apoyándose en el consumismo capitalista, dividiera a los iraníes y derrocara el régimen. Tal esperanza es ya inocua. Resulta risible pensar que con las naves de guerra estadunidenses, unidas a las israelitas, despierten las simpatías de un solo ciudadano iraní.
Creía por mi parte inicialmente, al analizar la actual situación, que la contienda comenzaría por la península de Corea, y allí estaría el detonante de la segunda guerra coreana que, a su vez, daría lugar de inmediato a la segunda guerra que Estados Unidos le impondría a Irán. Ahora, la realidad cambia las cosas en sentido inverso: la de Irán desatará de inmediato a la de Corea. La dirección de Corea del Norte, que fue acusada del hundimiento del “Cheonan”, y se sabe de sobra que fue hundido por una mina que los servidores de inteligencia yanqui lograron colocar en el casco de esa nave, no esperará un segundo en actuar tan pronto en Irán se inicie el ataque.
Es muy justo que los fanáticos del fútbol disfruten a su antojo de las competencias de la Copa del Mundo. Cumplo sólo el deber de exhortar a nuestro pueblo, pensando sobre todo en nuestra juventud, llena de vida y esperanzas, y especialmente en nuestros maravillosos niños, para que los hechos no nos sorprendan absolutamente desprevenidos. Me duele pensar en tantos sueños concebidos por los seres humanos y las asombrosas creaciones de las que han sido capaces en sólo unos pocos miles de años. Cuando los sueños más revolucionarios se están cumpliendo y la patria se recupera firmemente, ¡cómo me gustaría estar equivocado!”.
Aquí termina el extraordinario artículo del compañero Fidel Castro, líder indiscutible de la Revolución Cubana, la que ha alcanzado ya el más grande de los éxitos, que es, erradicar por completo la desnutrición infantil en su país. Cuba –según información reciente de la UNICEF-, es el único país de América Latina libre de ese flagelo del subdesarrollo. Esa es la estatura moral que acompaña las reflexiones de un estadista revolucionario, que hoy he querido compartir con usted.

domingo, 20 de junio de 2010

20 DE JUNIO DE 1948
LXII ANIVERSARIO DEL PARTIDO POPULAR SOCIALISTA
Como militante que soy de la trinchera fundada por el maestro Vicente Lombardo Toledano, me es imposible dejar pasar la efeméride sin compartir unas breves reflexiones con quienes me dispensan el favor de leer esta columna. Qué ha sido y cuál es la perspectiva en la realidad actual de esta trinchera ideológica y política, es algo que debemos recordar los que aquí militamos y desde luego, también los militantes de los sectores de avanzada del país.
El maestro Lombardo convocó el 3 de enero de 1947 a todos los marxistas mexicanos para que por la primera vez, y la única todavía en esta fecha, se reunieran para discutir en conjunto los objetivos y la táctica de lucha del sector revolucionario de México, y precisar la necesidad objetiva de crear el Partido Popular de tipo nuevo que había propuesto. La Mesa Redonda de los Marxistas Mexicanos se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes del 10 al 16 de enero de 1947.
El 25 de septiembre del mismo año se dio a conocer públicamente la integración del Comité Nacional Organizador del Partido Popular con 196 hombres y mujeres dedicados a diversas actividades sociales, políticas, culturales y científicas, y con las más variadas concepciones ideológicas, pero resueltas a cumplir con entereza la tarea de realizar una amplia consulta pública en torno a la idea que los unía de formar un nuevo partido político, consagrado fundamentalmente a la defensa de la independencia y la soberanía de la nación, a elevar las condiciones del pueblo y la lucha por el mantenimiento y la ampliación del régimen democrático en el país. Baste recordar que entre esas personalidades organizadoras de la fundación del partido se encontraban, entre otros de igual categoría, Andrés Henestrosa, Diego Rivera, Narciso Bassols, Enrique Ramírez y Ramírez, Vidal Díaz Muñoz, etc., etc.
En el Manifiesto al Pueblo de México que dirige, el 31 de octubre de 1947, el Comité Nacional Coordinador del Partido Popular, firmado por la Dirección Política que encabezaba el maestro Vicente Lombardo Toledano, en su primera parte expresa: “Se ha iniciado en la vida de México una nueva etapa. Esta etapa es la del surgimiento de los partidos políticos. Durante los últimos años las fuerzas materiales del país adquirieron un importante desarrollo, y por lo mismo la conciencia pública se ha elevado considerablemente. Este periodo de crecimiento nacional ha coincidido con la crisis internacional más grave de todos los tiempos, expresada dramáticamente en la II Guerra Mundial. A consecuencia de estos dos factores trascendentales, nuestro país se encuentra ahora en el umbral de una nueva época de su historia.
“El pueblo mexicano, poseído de un profundo descontento ante su situación económica, irritado por las alarmantes manifestaciones de corrupción y por el cacicazgo político en que todavía se debaten vastos sectores, ansioso de construir un régimen de orden y trabajo, deseoso, en suma, de superar y destruir el pasado secular de explotaciones y humillaciones de que ha sido víctima, y de construir una patria fuerte y pacífica, decorosa y limpia, busca instrumentos de pensamiento y de acción a través de los cuales satisfacer y realizar estos anhelos supremos. En estas circunstancias, ha surgido la iniciativa de crear el Partido Popular…”
Los trabajos preparatorios se coronaron con el exitoso Congreso Constituyente realizado durante los días 20 y 21 de junio de 1948, cuyas actividades se llevaron a cabo en el “Salón Amanecer” de la Colonia Roma, de la capital mexicana. Así nacía el partido que sería y no sería el mismo a cada minuto, a cada hora, a cada día, a cada mes, a cada año de su desarrollo. El Partido Popular se fue transformando con el correr del tiempo. Su metamorfosis obedeció a sus cambios internos, al proceso de superación de sus integrantes. El maestro Lombardo dijo al respecto: “Muchos de los que están ahora en el Partido mañana ya no estarán. Pero vendrán otros y otros más, surgidos de la inagotable fuente del pueblo. El Partido es como un tren que parte de una estación y se dirige a su objetivo. Durante el trayecto se irán bajando algunos; en cada estación lo abandonarán los que se cansen del largo viaje, pero lo abordarán otros y otros. No podríamos saber cuántos ni quiénes van a llegar al final. De lo que sí debemos estar seguros es de que el tren llegará a su destino”.
Las proféticas palabras del maestro Lombardo en el alumbramiento de la trinchera se han ido cumpliendo, de ayer a hoy la realidad ha cambiado y el partido también. Una buena cantidad de compañeros ya no están con nosotros porque les ha llegado la hora definitiva; otros tantos se fueron porque se cansaron de luchar, otros arriaron banderas por oportunismo, otros más por descarada traición a los principios tuvieron que ser expulsados, el caso es que muchos militantes han abandonado la lucha lombardista y se han pasado, algunos incluso, al campo del enemigo. Sin embargo, las banderas solferinas siguen siendo enarboladas por un grupo de militantes probados en la lucha, en el sacrificio y la adversidad, alejados de la prevaricación y el oportunismo, que sin aspirar a cargos públicos y manteniendo con sus mermados bolsillos su fe en la victoria definitiva del pueblo, siguen manteniendo la lucha en las nuevas y difíciles circunstancias y marchando al ritmo de la historia.
El aniversario número sesenta y dos a que está arribando esta trinchera se cumple en un marco histórico por demás desfavorable a los intereses de la nación. El país gobernado por la facción más recalcitrante de la derecha, y el pueblo sumido en la más grave miseria que recuerde nuestra generación. Un sexenio que pinta de negro el panorama de la economía, y de rojo el nivel de seguridad pública, por la violencia desbordada en toda la geografía nacional. Las muertes violentas que se apilan por montones producto de la pésima conducción del país sólo es superada por el número de muertos durante la Revolución Mexicana.
Vivimos un régimen democrático acotado y excluyente, sin la existencia de partidos proletarios con registro. Ante la ausencia de diputados lombardistas tenemos un Congreso de la Unión uniclasista, donde reina la ideología de la derecha sin contrapeso ideológico verdadero. El escenario actual dominado por las estrategias de la oligarquía para robarse la conciencia colectiva a favor de sus intereses. Las fuerzas políticas de la burguesía y la opinión pública mareadas por la Iniciativa México, creyendo en el imposible de que tal proyecto de la oligarquía detonará la transformación positiva de México. Cuánta ingenuidad reina en el ambiente; la idea de que las clases adineradas son ahora las que van a impulsar el desarrollo es contra natura, los beneficiarios no pueden atentar contra el sistema de opresión que los ha encumbrado económica y políticamente.
Nunca en la historia de México, ni en ningún otro país, han sido las clases poseedoras las que promuevan y apoyen la transformación progresiva de la sociedad, al contrario, ellos han sido siempre la retranca. Desde luego que la tal Iniciativa México, juzgándola de donde proviene, es eso, una retranca en el camino del progreso verdadero, que busca y demanda el pueblo con el puño en alto. La idea de un México nuevo y más justo corresponde por entero a las masas explotadas y sus conductores, y son éstos factores los que han estallado históricamente en su afán de destruir el viejo y caduco orden imperante para construir uno nuevo.
Nuestra victoria por el registro del partido ante el IFE está ligado necesariamente a un cambio positivo en la correlación de fuerzas políticas en el país, ese cambio cualitativo que deberá inaugurar una nueva etapa del desarrollo material y político del pueblo. Los militantes de la trinchera lombardista entendemos que, en las circunstancia actuales de hegemonía brutal de la ideología de la derecha que permea todas las instituciones y todos los ámbitos de la vida nacional, el registro del partido es casi imposible. Mientras ese cambio cualitativo no ocurra, la perspectiva en la realidad actual es seguir participando en todos los frentes de lucha que no requieren del registro del IFE ni de ninguna institución del gobierno de la derecha, y marchar políticamente al lado de las fuerzas progresistas para conquistar los cambios que anhela el pueblo.
La existencia de esta trinchera histórica estará asegurada mientras su militancia siga quemándose en su interior por la flama del ideal, por nuestro amor propio al proletariado y a la nación entera. ¡Larga vida al Partido Popular Socialista!, ¡Viva México!

jueves, 17 de junio de 2010

INICIATIVA MÉXICO
UN “REALITY” PARA IMPONER EL RUMBO A LA NACION

Reunidos en el ex convento de San Hipólito, en la capital mexicana, y enlazados en cadena nacional, las élites adineradas y sus medios informativos presentaron la “Iniciativa México”, con un formato comparable a los reality shows que se transmiten en televisión y cuyo fin -dijeron los convocantes- es “detonar una reflexión profunda sobre la responsabilidad de los mexicanos en el curso favorable de México.
El Consejo Técnico de esta iniciativa, encabezado por el Presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca, dieron a conocer la convocatoria y sus bases para participar en este proyecto, cuyas categorías son las siguientes: Primero, calidad de vida; segundo, desarrollo comunitario; tercero, medio ambiente; cuarto, justicia y derechos humanos; y quinto, buen gobierno y rendición de cuentas. Este Consejo encabezado por tan ilustres personajes, serán los encargados de seleccionar unilateralmente las 20 propuestas “más destacadas”, las cuales recibirán un premio en efectivo.
Amén de la palabrería hueca que suele salir de labios de la clase adinerada, en función de esconder los verdaderos objetivos, si necesitamos desentrañar a qué intereses sirve este proyecto y descubrir a sus verdaderos beneficiarios, hay que juzgar desde luego la calidad moral de los convocantes y el tiempo en que se lanza dicha iniciativa.
¿Quiénes son los convocantes? La respuesta la encontramos en la integración del Consejo Técnico, a cuya cabeza se encuentran -como ya dijimos- los propietarios de Televisa y TV Azteca, junto a politólogos declarados de derecha como Héctor Aguilar Camín y Federico Reyes Heroles, entre otros que le hacen el caldo gordo a la iniciativa, como Ramón de la Fuente y José Narro Robles, del sector universitario.
En primer término hay que caracterizar a los principales convocantes que son el duopolio televisivo que padece el país, qué son y qué papel desempeñan en la realidad actual, lo que podemos resumir de la manera siguiente: son la fábrica de mentiras, miedo, manipulación, odio, violencia, censura, rumores, y criminalización de luchas sociales. Es la herramienta más eficaz de que dispone la oligarquía para someter al pueblo a sus caprichos e intereses. La influencia de la televisión causa más daño la pueblo que las técnicas de control del nazismo, pues el 80 por ciento de los ciudadanos se informan a través de la televisión, mientras que sólo el 12 por ciento lo hace mediante la radio; muy atrás se quedan los periódicos con el 6 por ciento y la internet con el 2 por ciento.
Lo que no sucede en ningún país del mundo sucede en México bajo los gobiernos de la derecha. Dos empresas controlan el 90 por ciento de las frecuencias de televisión, Televisa y TV Azteca; la primera con 257 estaciones y la segunda con 180. Televisa tiene el 68 por ciento de los televidentes mexicanos, concentra el 70 por ciento de la publicidad en medios electrónicos, el 95 por ciento de la televisión satelital y 50 por ciento en la de cable.
La confección de la “Iniciativa México” se llevó a cabo en las oficinas del Consejo de Administración de Televisa ¿y quiénes lo integran?: Pedro Aspe Armella, ex secretario de Hacienda del salinismo; Alberto Baileres, dueño del Palacio de Hierro; Emilio Azcárraga Jean, Presidente de Televisa; Roberto Hernández, Presidente del Consejo de Administración de Banamex; Germán Larrea, Presidente del Grupo México (Mina de Cananea y Pasta de Conchos); Enrique Krause, Director de Clío y Letras Libres; José Antonio González Fernández, Presidente de Femsa y Coca-Cola; Fernando Senderos, Presidente de Grupo Desc: Enrique F. Sénior, Director de Allen Company; y Manuel Cubillas Cavani, Director de Bacardí, Limited. Como nos podemos dar cuenta con la lectura de esta lista de conspicuos personajes, aquí se encuentra representado el Estado mayor de la oligarquía.
El control absoluto de la radio y la televisión permite que estos instrumentos sean utilizados por la clase social reaccionaria en el poder para beneficio exclusivo de sus intereses, es un fusil cargado en manos de la oligarquía que les permite imponer su verdad, mantener sus privilegios, ocultar la verdad y maquillar la realidad, con el propósito de que la población acepte con resignación las injusticias, la desigualdad social y la falta de democracia verdadera en nuestro país. Los grandes medios se declaran “imparciales, veraces y objetivos”, pero nunca informan de nada que afecte sus intereses. A través de técnicas propias de la guerra, lanzan campañas sicológicas hacia la indefensa población para provocar miedo, inventar amenazas para la colectividad -como el “peligro para México”-, promover el odio, exacerbar la violencia, criminalizar la lucha social y generar desconfianza y polarización.
Los noticieros televisivos son verdaderas correas de transmisión de la ideología de la oligarquía, moldean las ideas de la opinión pública y tratan a los ciudadanos como simples espectadores. El control de la televisión y la radio sirven para administrar la ignorancia y la miseria del país en función del interés oligárquico.
Después de ocuparnos de la caracterización de los convocantes y el papel que desempeñan los monopolios mediáticos en la realidad actual, ya podemos ocuparnos en la tarea en la tarea de desentrañar los objetivos que se persiguen con la Iniciativa México y quienes son sus beneficiarios.
En primer término, hay que descartar por completo las ridículas posiciones en torno al tema de los llamados “líderes” mexicanos que están circulando en los medios, las cuales están ensalzando, unos por ignorancia otros por conveniencia, la presentación de la iniciativa. En sólo dos podemos sintetizar el universo de opiniones; veamos qué nos dice Roberto González Barrera, Presidente de Banorte y Gruma: “…es muy bueno que todos los medios se hayan unido para mostrar que en todos los rincones del país hay mexicanos muy valiosos, que aman su tierra y de quienes nos sentimos orgullosos, Sólo unidos con el presidente, que representa nuestra patria, vamos a sacar al país adelante, y la Iniciativa México promueve precisamente la unidad y reconoce los valores de los mexicanos los cuales yo siempre he admirado…” En esta sola opinión podemos ver con claridad los objetivos que se persiguen y el sector económico beneficiado, ¡la Oligarquía!; ¿la unidad del pueblo en torno al presidente que éllos ungieron a través del fraude, y que somete al pueblo al sacrificio, no se le ofrece alguna otra cosa señor?
En el extremo de los ridículos, encontramos la opinión representativa de la izquierda oportunista que se ha entregado al proyecto de la derecha, en la voz de Carlos Navarrete: “…la Iniciativa México es una llovizna fresca que los medios de comunicación le inyectan al país; abren la posibilidad de mostrar e incentivar la parte más positiva de los mexicanos; su esfuerzo, su trabajo, su capacidad inventiva, su solidaridad, su visión para hacer al país mejor…”. De manera que, el Presidente del Senado y uno de los responsables de legislar en beneficio del país declara su incompetencia. Lo mismo que ensalza en la actitud de los medios y su iniciativa son tareas que debe resolver él desde el Senado, para lograr que sea el Estado mexicano el que cumpla sus responsabilidades con los gobernados. El senador izquierdista abdica de su responsabilidad legislativa y entrega el papel que le corresponde a los monopolios mediáticos para que se sigan erigiendo en salvadores de la patria. La absoluta ingenuidad, la miopía y la entrega totales, resumidas en una sola opinión.
Ahora bien, ¿cómo podemos caracterizar y definir el tiempo en que se lanza Iniciativa México? Es el año 2010, tiempo de los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana; es el momento justo del arranque de la batalla por la sucesión presidencial, tiempo en que generalmente se reagrupan y se organizan los intereses seculares que habrán de participar en esa contienda; tiempos en que el proyecto y el destino de la nación están en juego.
El triunfo que busca la Iniciativa México no es el del pueblo. Ya con las reflexiones anteriores podemos concluir que el objetivo que buscan los autores del programa son, ante el evidente fracaso del gobierno que éllos mismos empollaron, catapultar a los monopolios mediáticos a la calidad de héroes salvadores de la patria. Ése es el verdadero significado del llamado reiterativo “démosle la vuelta a la historia”. En este 2010 pretenden sustituir con las biografías “triunfadoras” del reality Show, seleccionadas y preparadas para el caso, a los constructores de la patria reconocidos en nuestro proceso revolucionario, y con esa calidad de héroes “emprendedores” señalarle el camino a la nación en la próxima sucesión presidencial.
No es casualidad, la misma oligarquía y los monopolios mediáticos que lanzaron la guerra sucia contra López Obrador y detener el avance del pueblo, sin contar con ninguna calidad moral dicen que van a buscar los proyectos de desarrollo y los “talentos” que hacen falta para desarrollar al país; de qué se quejan, acaso no era Felipe la solución, ¿se equivocaron de candidato? No, lo que buscan es asegurar que siga otro igual, que cumpla sus caprichos y siga a su servicio.
Los mismos “Head Hunters” de la oligarquía que ayudaron a Vicente Fox a seleccionar su gabinete, ahora lanzan su iniciativa para premiar unilateralmente y difundir en cadena nacional lo que coincida con sus particulares intereses. Se pretende que las demandadas “reformas estructurales” y el modelo de país que éllos conciben sea defendido en sus espacios mediáticos por personajes de la llamada sociedad civil. Con la difusión masiva de los supuestos nuevos proyectos y talentos que se empollen con la iniciativa, se pretende someter a la opinión pública para que siga aceptando una ruta de nación diferente a la trazada en nuestro proceso histórico.
La Iniciativa México es una nueva guerra sucia contra las fuerzas que promueven el progreso social, se pretende despojar nuevamente al pueblo de su voluntad. Toda la fuerza económica, política y mediática de la oligarquía, nuevamente está empeñada en su propósito de robarse la conciencia colectiva en su beneficio. Desde este espacio quiero sentenciarle a esas fuerzas que, aunque el pueblo ha sido derrotado en sus legítimas aspiraciones en 1988 y 2006, ¡no está vencido!

viernes, 4 de junio de 2010

NI CON PEÑA NIETO NI CON NADIE
IMPOSIBLE QUE EL PRI GANE EN 2012

En la antesala de la batalla por la sucesión presidencial, la oligarquía juega nuevamente sus cartas para avasallar y manipular electoralmente a la opinión pública en favor de su causa, ésta es una realidad inobjetable que debemos considerar en todo análisis político si no queremos caer al terreno de la ingenuidad. Los habilidosos cuadros de inteligencia al servicio de las minorías enriquecidas han diseñado para esta batalla sucesional otra de sus acostumbradas estrategias monumentales destinadas a tratar de vencer las resistencias del pueblo y liquidar sus legítimas aspiraciones.
La oligarquía tiene bien definido el papel que deben jugar sus dos fuerzas políticas, el PRI y el PAN. El papel asignado al tricolor es la de conservar fuerza política suficiente en el Congreso de la Unión para cuando necesitan aprobar las llamadas “reformas estructurales”; mientras que el papel asignado al PAN es el de sostenerse en la silla presidencial, para seguir conduciendo el destino del país en beneficio exclusivo de sus intereses.
En el año 2000, con Vicente Fox como candidato, una de las principales estrategias publicitarias que rindió sus “frutos” fue la explotación de la idea del “cambio” ante la prolongación de 70 años del PRI en el poder; en 2006, se instrumentó una multimillonaria guerra sucia a través de los monopolios mediáticos para asustar al pueblo con el fantasma del “peligro para México” y así detener la victoria de López Obrador; hoy con miras en el 2012, se pretende asustar nuevamente al pueblo con el petate del muerto mediante la engañosa amenaza “ahí viene el regreso del PRI”, cuyo fin publicitario es explotar al máximo la obra negativa del priísmo en el ejercicio del poder para amedrentar al pueblo, y al mismo tiempo buscar el apoyo de las fuerzas políticas par frenar su regreso y asegurar su estancia en el poder.
He sostenido en este espacio varias veces que, -aunque sigan perdiendo en procesos locales frente al PRI- la ideología de la derecha es la fuerza política dominante en México. Si no fuera así, cómo podríamos explicar por ejemplo, que a finales de 2009 el PAN haya “convencido” al Tricolor de apoyar su reforma fiscal para subir los impuestos y fregar al pueblo, y tan sólo unos meses después se sienta a “dialogar” también con la izquierda chuchista del PRD y los “convence” de ir juntos por las gubernaturas en disputa en los procesos electorales locales. Les da atole con el dedo a los dos, los somete por igual a sus caprichos e intereses; cuando quieren aprobar “reformas estructurales” toman los votos del PRI en el Congreso de la Unión, y cuando ven amenazado su sitial en Los Pinos convocan a los partidos que se dicen de izquierda para tratar de lograrlo.
La idea del regreso del PRI a los Pinos con Enrique Peña Nieto como candidato presidencial es sólo un mito publicitario más que no tiene sustento alguno, pero sí tiene beneficiarios directos, y éstos son los que le están apostando a asustar al pueblo “con el regreso del PRI” y en función de ello, trabajando para juntar a la izquierda útil con el PAN para la sucesión presidencial de 2012.
Bien por comunidad de intereses o bien por ingenuidad, el hecho es que algunos sectores de la izquierda ya se tragaron el anzuelo y están participando abiertamente en la estrategia que conviene al PAN. Carlos Navarrete Ruiz ha dicho ya que él quiere ser candidato presidencial por los partidos PRD, PT, y PC, que integran el DIA (Diálogo por la Reconstrucción de México), pues bien, este infausto izquierdista dice que: “…para algunos grupos de panistas y perredistas –en los que él se incluye- la principal preocupación es que el PRI retorne a Los Pinos, en virtud de que eso significaría un retroceso de 30 años en la vida pública nacional, que tendría repercusiones no sólo en el ámbito político sino también social”.
Es decir, para este monigote sin cerebro la llamada “regresión autoritaria” amenaza con el retorno del PRI, pero éste todavía no llega y hay que luchar para impedirlo, según sus palabras se desprende que vivimos en un paraíso democrático. Le pasó de noche o no quiso darse por enterado que la larga etapa de regresiones inició desde 1982 con la llegada de los tecnócratas neoliberales y sentó sus reales en el año 2000, con la llegada del PAN al poder, precisamente. Total que, el pensamiento de este perredista sintetiza las opiniones que promueven desde ya la unidad de los “chuchos” con los “panuchos”, ante el supuesto terror del regreso del PRI.
Y los priístas que se dicen políticos profesionales y con experiencia se tragan también el anzuelo publicitario. No sospechan ni tantito que el temor “al regreso del PRI” fue fabricado mediáticamente por la oligarquía, en beneficio exclusivo del PAN, es a la derecha a la que se quiere nutrir, a la que se quiere oxigenar, a la que se le quiere dotar de fuerzas mediante la ayuda de la izquierda oportunista. No, no lo sospechan, al contrario, se ufanan que les tengan miedo y de verdad creen en su arribo a Los Pinos.
Beatriz Paredes, la dirigente nacional del PRI, anda sosteniendo a los cuatro vientos que ganarán las doce gubernaturas en juego, en este proceso electoral de 2010. Y si así sucediera ¿qué con ello?, ¿Acaso esto sería garantía para el mejoramiento del nivel de vida del pueblo, acaso ésta sentencia de la dirigente priísta debe ser motivo de alegría? El caso es que la señora presidenta del tricolor afirma que la victoria en los doce estados de la república es un hecho y que tal es la garantía de triunfo en 2012. El optimismo en las victorias locales lo traslada en automático a la silla presidencial; monumental error, está suficientemente probado que ganar tantas gubernaturas como se quiera no es lo mismo que ganar la Presidencia del país.
Los priístas deben recordar que Roberto Madrazo cometió el mismo error de percepción en los años previos al 2006. Él afirmaba, en virtud de haber ganado el tricolor mayoría en el Congreso de la Unión en 2003, y victorias múltiples en procesos locales, “que el PRI ya tenía medio cuerpo metido en Los Pinos”, y sin embargo quedó en tercer lugar en la contienda presidencial.
La euforia que recorre al priísmo nacional por la creencia de que con el carisma y la juventud, como únicas cualidades, de Enrique Peña Nieto, van a ganar la Presidencia del país, pronto se puede transformar en desilusión. El PRI no puede triunfar en un escenario tan radicalizado como en el que vivimos, donde el pueblo está al límite de su resistencia material y espiritual, exigiendo verdaderas salidas a su miseria, porque el centrismo ideológico que preconiza, tratando inútilmente de defender a los ricos y a los pobres al mismo tiempo, lo lleva a hacer de la ambigüedad su bandera. “Para que las cosas se hagan”, ¿Cuáles cosas? Quién sabe, pero ése era el lema de campaña de Roberto Madrazo. En su afán de quedar bien con dios y con el diablo por igual, el priísmo evita los compromisos definitorios con el pueblo, -hay que aclarar- porque con la oligarquía sí los hace.
La radicalización y profundización de la lucha de clases que vive la sociedad, particularmente a partir de la asunción de la derecha al poder, hace imposible una victoria sucesional para el tricolor. La batalla de 2006 ya es historia, y es ésta la que nos enseña fríamente las razones por las cuales la silla presidencial les será negada. ¿Saben por qué el PRI se fue al tercer lugar con Roberto Madrazo? En lo más alto de la cúpula el partido se dividió en dos; Elba Esther Gordillo, la Secretaria General y número dos del partido, se fue con el PAN, llevándose al sindicato y su militancia a ése partido; lo mismo hizo Diódoro Carrasco, Miguel Ángel Llunes y otros cuadros cupulares. Y a nivel de sus bases sucedió la contraparte, millones de obreros afiliados a la CTM y sindicatos afines se fueron a votar por López Obrador, por encontrar en su programa mayor afinidad en sus intereses. Resultado: el PRI del Siglo XXI se partió en dos, como resultado de la inoperancia del llamado centrismo ideológico, que los lleva por el limbo enarbolando la bandera de la ambigüedad. El partido que recoge el pluriclasismo en sus filas sufrió sus consecuencias, parte importante de los neoliberales de derecha se fueron con el PAN, y otra parte importante del sector ubicado en el campo progresista y democrático se fueron con López Obrador. Es a partir de esa experiencia como quedó comprobado que los centros ideológicos, mientras la realidad no cambie, están condenados a conformarse con victorias locales.
Está suficientemente probado que el PRI, en la actual realidad del país, sólo puede ser exitoso en los comicios intermedios celebrados entre una elección presidencial y otra, en procesos donde no está en juego el proyecto de nación sino meros intereses locales. El destino inmediato del país seguirá siendo disputado entre dos posturas históricas bien definidas, antagónicas e irreconciliables. El campo de batalla será para las fuerzas del progreso social, con independencia y soberanía, representadas por López Obrador, frente a las fuerzas de la oligarquía y los vendepatrias que mal gobiernan.