sábado, 18 de julio de 2009

NO A LAS CANDIDATURAS INDEPENDIENTES
SI A LA RESTITUCION DEL REGISTRO CONDICIONADO

Una lección que los militantes de los sectores revolucionarios hemos aprendido es que la oligarquía nunca duerme, de día o de noche siempre está acuartelada, permanece despierta y trabajando, planeando y organizando los distintos medios a su alcance para la prolongación del dominio de su dictadura sobre los hombros del pueblo.
Cuando los pueblos se revelan y utilizan los mismos medios de la democracia formal para iniciar nuevas etapas de transformación social bajo el liderazgo de sus conductores, entonces las oligarquías criollas aliadas a las extranjeras no dudan en echar mano de los golpes de Estado, tal como sucedió en la operación fallida contra Hugo Chávez, en Venezuela, y recientemente contra el presidente Manuel Zelaya, en Honduras. La misma estrategia golpista se estuviera fraguando contra López Obrador si se hubiera logrado imponer en la presidencia de la República el voto mayoritario del pueblo en el 2006. En el caso de Obrador, la estrategia implementada por la oligarquía logró anularlo, primero mediante una guerra sucia e ilegal, y después en la calificación del proceso electoral, mediante el acuartelamiento de todas las instituciones de la derecha.
En el caso de Honduras, los intelectuales y politólogos al servicio de la oligarquía avalan la estrategia golpista afirmando que “un golpe de Estado evitó otro golpe de Estado”, en alusión directa a la convocatoria del gobierno de Manuel Zelaya para la realización de un referéndum para conocer la opinión popular sobre un nuevo constituyente. Según los cuadros de inteligencia, de haberse permitido la continuación del régimen zelayista y su proyecto, mismo que surgió de un proceso democrático, se habría constituido en aquella nación “una dictadura como el chavismo en Venezuela”. Las clases dominantes dueñas del aparato del Estado y divorciada del régimen progresista, decidió cortarle las alas a la transformación social y económica que se gestaba desde la primer magistratura del país centroamericano al costo que fuera.
Para los intereses mezquinos del gran capital, es preferible enfrentar la insurrección del pueblo en una guerra civil y el baño de sangre que ello conlleva, a permitir que ese pueblo inicie la verdadera transición hacia nuevos estadios de desarrollo; se trata por todos los medios de impedir a cualquier costo las luchas libertarias de los pueblos en cualquier parte donde éstos se revelen.
Para los intereses del gran capital transnacional y las oligarquías criollas, su postura frente a la democracia formal depende según cual sea la realidad en cada país. Cuando los regímenes de la derecha, dóciles y serviles a sus intereses ocupan el poder, entonces se convierten en rabiosos defensores de la “democracia”; pero cuando los pueblos se revelan y se hacen del poder utilizando las mismas herramientas formales que proporciona el democratismo burgués, entonces la combaten afirmando que el voto puede servir también para la encumbración de dictaduras “como la de Chávez en Venezuela” y no dudan en avalar la organización de los golpes de Estado contra gobiernos electos popularmente. O sea que, dicho de otro modo, democracia que no sirve a sus intereses no es democracia, sólo de esa hay y háganle como quieran, no hay otra alternativa.
La estrategia y los métodos de la oligarquía en nuestro país son otros. Durante el desarrollo del proceso electoral y después del mismo, se ha venido fortaleciendo una estrategia mediática impulsada por intelectuales al servicio de las clases poseedoras, que obedeciendo oscuros intereses pretenden hacerse pasar por los redentores de la democracia aprovechándose de la ingenuidad y la incultura política, así como del cansancio del pueblo ante los desastrosos resultados del régimen de derecha y los partidos que sostienen la dictadura neoliberal.
En política no existen las casualidades ni las coincidencias. Todos los planteamientos de este grupo de politólogos obedecen a una misma línea de acción y a una estrategia bien organizada, que las fuerzas progresistas del país están obligadas a desenmascarar y denunciar públicamente. Previo a las elecciones, estas marionetas se dedicaron a sembrar en el indefenso pueblo la idea del “voto blanco”, según ellos para castigar a la clase política y sus partidos, y la falta de candidatos con propuestas bien articuladas para sacar al país del atraso en que se encuentra. Intencionadamente hablan del desencanto de la población por la política -cosa cierta-, pero cuidan su vocabulario evitando señalar a los verdaderos responsables; hablan de generalidades superficiales y en sentido abstracto. Por ejemplo, ¿alguna vez estos falsos redentores habrán hablado de la criminal política salarial y de quiénes la sostienen? Nunca se les ha escuchado semejante atrevimiento.
LO que perseguían en realidad con la campaña del voto blanco, era eliminar de la contienda electoral a las masas descontentas del país, previendo que el voto de castigo en contra del PAN sería mayor cuanto más grande fuera la participación de las masas descontentas en las urnas electorales. Finalmente, aún con el alto grado de abstencionismo electoral que se presentó, los ciudadanos más conscientes que sí acudieron a votar le propinaron una tremenda derrota a las fuerzas reaccionarias del país.
Este comité de intelectuales no descansa. Apenas unos días transcurridos después de la jornada electoral ya se encuentran desarrollando la continuación de su estrategia, cuyo siguiente paso es organizar sus fuerzas para presionar por la organización de una nueva reforma electoral, que pretenden sea a la medida del interés de sus patrocinadores. Hasta en el Senado de la República se escucha hablar ya de lo que será la tan ponderada reforma.
Los más conspicuos y esclarecidos analistas han descubierto ya algunas verdades sobre lo que se proponen hacer los dueños del dinero en la próxima legislación electoral, lo que falta por descubrir es el cuerpo entero de la estrategia, desnudarlos, exhibirlos y denunciarlos ante la opinión pública a tiempo de que pueda frenarse una contrarreforma más que sirva al interés exclusivo de la plutocracia.
Es del conocimiento público que las cúpulas empresariales y los monopolios televisivos sufrieron pérdidas económicas con la promulgación de la legislación electoral vigente, en parte es cierto. Los primeros se quejaron en todas las instancias posibles, reclamando que dicha ley les coartaba el derecho de libre expresión al no poder contratar libremente espacios en la televisión para opinar sobre los candidatos; la instrumentación de la campaña negra contra López Obrador durante el proceso electoral del 2006, consideran es un derecho que les asiste. Y los segundos en la discordia hacia la norma electoral, las televisoras, se han quejado amargamente porque los ríos de dinero que llegaron a sus manos como producto de esa campaña sucia no llegaron esta vez a sus bolsillos.
Lo cierto es que los sectores quejosos de la oligarquía han puesto en marcha un plan para presionar a la clase política por la instrumentación de nuevas reglas electorales, que les permitan -como lo hicieron en el 2006-, intervenir y definir directamente mediante su poder económico. Puede pensarse cualquier cosa, menos que la oligarquía quiera y acepte quedarse al margen de los procesos electorales.
El gran capital que está detrás de este comité de intelectuales, el que les da oxigeno, los alimenta y patrocina, tiene los ojos puestos en la batalla por la sucesión presidencial del año 2012. Todo su capital, todos sus esfuerzos, todos sus planes, proyectos y estrategias, van encaminados a lograr su propósito de prolongar su dictadura el mayor tiempo que les sea posible; ellos planifican su dominación a futuro, por lo menos hasta el año 2030, lo han sentenciado, pero por ahora sus desvelos van encaminados a resolver en su favor la contradicción existente entre las demandas y exigencias sociales, contra los deseos naturales de la derecha de conservarse en el poder más allá de este sexenio.
¿Y qué es lo que demandan las minorías archimillonarias que integran las listas de la revista Forbes, para la nueva legislación electoral, y que escuchamos en boca de sus marionetas? Lo destacable de esa propuesta, entre otras minucias, es la apertura a las candidaturas independientes. Ese es el fondo de todo el asunto, ahí es donde enseñan el cobre, donde todo ciudadano debe centrar su atención para descubrir a quiénes sirve esa propuesta, misma que puede sorprender presentándose escondida en un libraco bien empastado y en medio de miles de páginas de oropel.
Las candidaturas independientes se presentan como la salvación de nuestro régimen democrático, ante la reprobación popular del sistema político y sus desastrosos resultados. Abrir los espacios para que compitan en igualdad de circunstancias “los candidatos de la sociedad civil”, es la solución para hacer más atractiva la participación de novedosas y múltiples opciones al electorado, dicen aquí y allá sus promotores.
Las candidaturas independientes son la coartada perfecta de la minoría rapaz, de hecho, son la llave para abrir los candados impuestos a la legislación electoral vigente. A cambio de la “libertad” de contratar guerra sucia en espacios de televisión quieren la institucionalización de las candidaturas independientes. Esta herramienta ya probó su eficacia para dividir al electorado cuando la derrota de la candidatura de la derecha era ya un hecho. Hay que recordar la ilegal participación del Dr. Simi, el autodenominado candidato independiente, el que usando una bandera engañosa y falaz denominada “Simisocialismo” logró quitarle muchos votos al candidato de la Coalición por el Bien de Todos, en el proceso electoral de 2006. El mismo magnate y dueño de la cadena de farmacias de Similares anduvo pregonando públicamente que el triunfo de Felipe Calderón se lo debían a él; fue público y notorio que dicha candidatura se constituyó en uno de los instrumentos financiados por los monopolios y la derecha criolla, para arrebatarle el triunfo al candidato de las fuerzas progresistas, Andrés Manuel López Obrador.
Todas las fuerzas de avanzada del país deben cerrar filas para evitar un retroceso más en la legislación electoral. Hay que cerrarle la puerta a la intentona de la derecha de perpetuarse en el poder; nuestra condena debe ser unánime al exclamar un rotundo ¡no! a las candidaturas independientes. Si se quiere organizar una verdadera reforma política tendiente a abrir espacios a la participación de la ciudadanía, restituyamos la figura del registro condicionado, limitando esa prerrogativa sólo a las agrupaciones políticas nacionales registradas ante el IFE y que aspiren a obtener su registro como partido político.
Algunos atacarían de inmediato, alegando que al otorgarse el registro condicionado a las APN para que participen en los procesos electorales, igual que con las candidaturas independientes también se estaría propiciando el divisionismo del electorado, más no es lo mismo. Las clases dominantes buscarían financiar varias candidaturas independientes al estilo del Dr. Simi para dispersar al electorado; las APN con registro condicionado de partido, por el contrario, sobre todo las de corte progresista, buscarían la unidad de las fuerzas democráticas y patrióticas en torno a un solo candidato. Las fuerzas retardatarias buscan la dispersión, las del progreso buscan la unidad.
Dado el complejo marco histórico que vivimos, la restitución de la figura del registro condicionado es ya una necesidad insoslayable para que el desencanto popular pueda expresarse y participar políticamente en otras opciones doctrinarias diferentes al actual régimen de partidos, pero esto no se dará abriendo las candidaturas independientes, sino abriendo los registros condicionados.
El argumento central que sostiene esta demanda es el altísimo grado de abstencionismo que se presenta en cada elección, generado en primer lugar por aquellos ciudadanos que no sienten representados sus intereses por ninguno de los partidos existentes. El actual régimen democrático produce gobiernos ilegítimos, en razón de que son electos por minorías, mientras las mayorías buscan otras formas de expresar su descontento.
Analizar esta peligrosa situación es una responsabilidad política de todas las fuerzas representadas en el Congreso de la Unión. Deben aceptar la urgencia de legislar para conducir ese descontento popular y conservar la precaria paz social; para ello es imprescindible abrir todas las válvulas de presión que fueron cerradas, una tras otra, en las contrarreformas electorales del neoliberalismo de derecha.
Se ha dicho con insistencia que la institucionalización del registro condicionado, surgido por primera vez en la Reforma Política de 1977, promulgada por el presidente José López Portillo, obedeció al desgaste del sistema político, generado entre otras cosas por el conflicto estudiantil de 1968 y la oposición armada de algunos grupos guerrilleros que operaban en ese entonces, como el de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, entre otros. La Reforma Política lopezportillista, a criterio de las fuerzas progresistas, ha sido la más democrática e incluyente que se haya promulgado hasta nuestros días, porque fue la que puso las bases para el retorno a la lucha civil y pacífica de muchos alzados en armas. Gracias a la misma reforma obtuvieron su registro los partidos Comunista Mexicano, Revolucionario de los Trabajadores y Demócrata Mexicano. Esa generación de políticos e intelectuales que hicieron posible esta legislación marcaron toda una época de apertura política que se prolongó hasta 1989, cuando comienzan las contrarreformas electorales que demandaba el modelo económico neoliberal.
Si las mentes lúcidas y visionarias de aquel momento juzgaron la necesidad de la reforma política para darle cause a la inconformidad social, con mayores razones los diputados y senadores de hoy, haciendo gala de su sensibilidad, tendrán que juzgar la urgente necesidad de la apertura en nuestro régimen democrático. Los mismos factores que avalaron la reforma de 1977, a la fecha de hoy se han elevado a su máximo nivel, comparemos sólo algunos aspectos,
La economía nacional creció en aquel año al ritmo de 7 por ciento; en el actual, llegaremos a diciembre con un decrecimiento del PIB de por lo menos el 8 por ciento. En aquella época los salarios crecían por encima de la inflación y el poder adquisitivo estaba a la altura del máximo histórico; ahora, el crecimiento de los salarios siempre queda rebasado por la inflación y está atorado por sendos topes oficiales que castigan el bienestar de la clase trabajadora; el poder adquisitivo de hoy representa sólo el 30 por ciento de lo que se podía comprar con el mismo salario en aquel tiempo.
La violencia social que se juzgó peligrosa durante el sexenio de López Portillo no tiene comparación alguna con la que se registra hoy. Se decía, por ejemplo, de la existencia de grupos guerrilleros en número menor a cinco; hoy, las fuentes de inteligencia militar reconocen la existencia de por lo menos 23 grupos guerrilleros, mismos que han elegido los métodos y la estrategia de la violencia armada para desafiar la existencia del Estado neoliberal.
Actualmente, ni la “violencia legítima” de que dispone la dictadura de la derecha ha podido contener lo que es, de hecho, una sublevación popular muy cercana a la guerra civil, cuyo saldo sangriento en sólo 19 meses ha sido de 14 mil ejecuciones, 10 mil en 2008 y 4 mil en lo que va del año; este nivel de derramamiento de sangre sólo es superado por la cuota que se derramó durante la Revolución Mexicana. México es hoy el país más violento del mundo. Y qué decir del sistema carcelario, el cual se declara impotente para contener en sus celdas a los autores de 15 millones de delitos que se cometen al año, de los cuales la gran mayoría son delitos patrimoniales menores a los tres mil pesos.
Donde hay injusticia social no puede haber paz social. Los índices de violencia se elevan cuando una minoría rapaz se apropia de la mayor parte de la riqueza nacional, valiéndose de la fuerza de que dispone. La mayor parte de los delincuentes son ciudadanos que se rebelaron al estatus en que los mantuvo la criminal política salarial, e hicieron de la violencia su método para apropiarse de la riqueza que les fue negada por su trabajo honrado. Cuando el Estado se niega a distribuir la riqueza material, entonces aparece la violencia de quienes se hacen justicia por propia mano. Esta negra etapa de penumbras es el fruto del arribo de la ideología de la derecha al poder, misma que logró concatenar toda la vida nacional a favor de una minoría rapaz y sin escrúpulos.
Tales son las manifestaciones de un régimen político enfermo y a punto de colapsar, que requiere de la sensibilidad y la visión de sus conductores para darle al país viabilidad a futuro. El pueblo estaría de acuerdo en perdonar la ceguera de aquellos actores políticos ingenuos, que han ofendido la inteligencia del pueblo calificando el drama actual que vive el pueblo con el mote de la “normalidad democrática”, siempre y cuando se reivindiquen y contribuyan con su actitud a abrir los candados que limitan la participación del pueblo en su régimen democrático.
Urge sobremanera desandar el camino excluyente seguido por todas las contrarreformas electorales a partir de 1989. Dichas rectificaciones deben iniciar con la demanda principal que es, la restitución de la figura del registro condicionado para aquellas agrupaciones políticas nacionales registradas en el IFE, y que aspiren a obtener su registro como partido político nacional. Del mismo modo, sería una contradicción absoluta y un error mayúsculo si se avanza por el camino de las candidaturas independientes, y al mismo tiempo se siguen manteniendo los candados impuestos por las últimas contrarreformas para la constitución de los partidos políticos.
No hay que confundir una cosa con la otra. La supuesta apertura hacia las candidaturas independientes es una vieja bandera del gran capital para darles voz a individuos adinerados y por lo mismo es contrarrevolucionaria; al implementarse esa figura seguiríamos transitando el camino de la privatización de la política y arribando a la fase superior de la democracia de mercado. El pueblo no puede avalar esa nefasta figura antidemocrática, aunque la derechizada Suprema Corte haya declarado su constitucionalidad el 2 de octubre de 2006. La apertura debe ser para darle la bienvenida a otras colectividades doctrinarias, no a los individuos al servicio de la tiranía que se combate.
Esperemos que el tiempo nos alcance para que cada quien cumpla con su responsabilidad, antes de que el drama social se desborde. El pueblo de México no puede esperar más.

domingo, 12 de julio de 2009

VICENTE LOMBARDO TOLEDANO
CXV ANIVERSARIO DE SU NATALICIO
El próximo 16 de julio se cumple el 115 aniversario del natalicio del maestro Vicente Lombardo Toledano. Por ese motivo, esta columna que escribe uno de sus más humildes discípulos se honra en presentar a mis estimados amigos y lectores de este espacio, como una forma de homenajearlo y rendirle merecido tributo a este excepcional mexicano, la transcripción textual de un artículo del escritor y periodista Antonio Rodríguez, publicado por la Revista Siempre en el número 318, el 29 de julio de 1959, cuyo título es “Lombardo: 65 años en el nido de la tormenta”.
El artículo comienza su disertación de esta forma: “Vicente Lombardo Toledano pertenece al número de esos hombres excepcionales -un Juárez, un Cárdenas. Un Diego Rivera- que se miden por la estatura de sus enemigos, y por la ola de pasiones y de controversias que desencadenan. Político que ha vivido en el drama de los grandes dramas sociales de su tiempo, Lombardo tenía fatalmente que haber dejado, en su paso por el mundo, una cauda grandiosa de opositores y una densa estela de odios.
Es el destino que en otros países han tenido que sufrir los verdaderos dirigentes, los agitadores y los revolucionarios, por haberse enfrentado a la sociedad establecida con el objeto de transformarla. Al igual que con ellos, y dentro de la escala personal que le corresponde, los sectores de la sociedad a quienes su lucha ofende, han sido implacables con Lombardo. Pocas gentes en América han sido atacadas en este siglo con tanta saña, durante tan largo tiempo y en una escala tan amplia como lo ha sido Lombardo por las fuerzas conservadoras del Continente. Y esto, como lo decíamos antes, es buen patrón para medir la grandeza de su talla.
Las fuerza regresivas del capital jamás le perdonarán lo que él ha hecho por organizar a los obreros proporcionándoles un arma de lucha para la defensa de sus intereses y las potencias infinitamente poderosas del imperialismo tampoco olvidarán lo que él ha dicho y hecho para sustraer a los pueblos de América de su red esclavizante y colonialista.
Lo extraño y contradictorio está en que Lombardo se convierta, a la vez, en el blanco de dos fuegos opuestos, el que sobre él disparan los más reaccionarios sectores de América, y el que no cesan de dirigirle los comunistas ortodoxos del país. Acusado por unos de ser el brazo derecho de Moscú en el Continente y de pretender implantar el comunismo en nuestras latitudes. Lombardo es juzgado, por otros, como un teórico demasiado abstracto que se abstiene de llevar la lucha hasta las últimas consecuencias.
Temible para los que lo señalan como el cerebro de todas las conspiraciones y el brazo oculto de todas las asonadas, el fundador de la CTM sufre la censura de los que quisieron verlo más aguerrido y menos estratega. Y en tanto que unos lo consideran el enemigo por excelencia del orden, de las instituciones y de las autoridades; otros se atreven a decir que él sólo es auténticamente severo en la crítica a las dictaduras ajenas.
Lo que nadie, absolutamente nadie, podrá poner en duda es su entrega absoluta, no de un año o dos sino de varias décadas, a las causas más progresistas de su pueblo; su fidelidad, sin tregua, a la causa del socialismo mundial; su fe absoluta, jamás empañada por la más insignificante duda acerca de la liberación final del hombre y su honradez intachable.
Una incursión, aunque brevísima, por su compacta biografía de intelectual y de político, lo comprueban hasta la saciedad. Atraído siempre por los problemas de la cultura y dotado de una capacidad para la adquisición de conocimientos que la madurez no ha menguado, Lombardo estudia simultáneamente, a la edad de 21 años, la profesión de abogado y la de profesor de filosofía.
En 1916, esto en la época convulsionada de la Revolución que no permitía a sus hombres ocuparse de los problemas de la cultura, Lombardo Toledano, junto con Alfonso Caso y otros intelectuales, funda la Sociedad de Conferencias y Conciertos que echa al país, sobre la tierra que la sangre no acababa aún de humedecer, la semilla de la obra cultural que tanto habría de distinguir al nuevo régimen del antiguo orden porfirista.
Vemos después a Lombardo, en plena juventud, dirigir, en calidad de Secretario, a la Universidad Popular Mexicana, que inicia en el país una importante actividad cultural dedicada a la clase trabajadora. Al mismo tiempo que comienza su labor docente como catedrático universitario en la Preparatoria, -hacia 1917, 1918- el futuro sociólogo se liga al movimiento obrero al asistir, como representante de la Universidad Popular, a la fundación de la CROM, abriéndose entonces, en él y para siempre, las dos ramas fundamentales de su personalidad: la de maestro y la de líder obrero.
Desde esa fecha en adelante Lombardo no dejará nunca de hacer coincidir su vocación de educador y de sociólogo con la de luchador por los ideales que lo obsesionan. Ahora publica su “Ética” (1919) y sus “Definiciones de Derecho Público”, después inicia su actividad de periodista revolucionario en “El Heraldo de México”, al lado de Martín Luis Guzmán, Enrique González Martínez, Porfirio Barba Jacob y otros; casi por la misma época organiza la Liga de Profesores del Distrito Federal, que es, de hecho, el primer sindicato que funda.
Su paso por el Gobierno del Distrito Federal: Como Oficial Mayor es breve, pues prefiere asumir la Jefatura del Departamento de Bibliotecas de la Secretaría de Educación Pública, recientemente entregada a Vasconcelos, para realizar ahí una obra eminentemente popular de la cual destacan la publicación de folletos, la creación de bibliotecas circulantes, la edición de la revista: “El Libro y el Pueblo”
Conciliando siempre la docencia y la militancia organiza el “Grupo Solidario del Movimiento Obrero” y desde la Escuela Nacional Preparatoria, que ha partir de 1922 dirige, impulsa la enseñanza científica, estimula las actividades de carácter cultural, revisa los programas de estudios y da apoyo inusitado a la pintura mural, pagando de los fondos de la escuela, y de su propio sueldo, los honorarios de los artistas.
Es tan intensa y de tal modo conocida la actividad de Lombardo a partir de entonces que resulta tan innecesario recordarla como imposible resumirla en unas cuantas páginas. Todos sabemos que él dirige la CROM, crea la CTM, organiza la CTAL, funda la Liga Socialista de México, y agrupa a un buen sector de las izquierdas de México en el Partido Popular. Combate en su época al fascismo; orienta a la opinión pública acerca de los problemas fundamentales de las ideologías coetáneas; dá una vigorosa aportación a la lucha contra Franco en los momentos de peligro para la humanidad, moviliza a la clase obrera de México contra Hitler, Mussolini e Hirohito.
Emprende polémicas que duran semanas y meses, sobre temas educativos y filosóficos; muestra la superioridad de su razonamiento y de sus conocimientos sociológicos en una controversia, que se hizo famosa, con Antonio Caso; viaja al extranjero y le sobra tiempo para organizar el apoyo del proletariado a la Reforma Agraria que Cárdenas impulsó. La expropiación petrolera es mérito que recae por entero al pueblo de México, y puede decirse que sin Cárdenas tal vez no fuera posible llevarla a cabo, pero nadie puede ignorar el papel decisivo que en la organización de la lucha, imprescindible para el trascendental acto, representó el entonces líder de la CTM Vicente Lombardo Toledano.
Al mismo tiempo que dirige a los obreros en sus luchas, y pone a los filósofos en ridículo en el transcurso de espectaculares controversias, Lombardo Toledano publica libros, sustenta conferencias, edita revistas, prepara tesis de carácter filosófico y andando el tiempo emprende una gira, por todo el país, como candidato a la Presidencia de la República, que le permite establecer un diálogo con el pueblo, llevándole orientación de primer orden, sin intermediarios de ninguna especie, sobre los problemas de México y del mundo.
Trabajador incansable (es autor de numerosos libros, tesis, informes, relatos de viaje y hasta de poemas) Lombardo jamás abre paréntesis a sus obligaciones e incluso durante sus frecuentes viajes al extranjero (conoce toda Europa, toda América, ha recorrido la URSS y China Popular) envía puntualmente a la revista ¡SIEMPRE! Su acostumbrado artículo.
Dueño de un método que le permite desentrañar el hilo de los fenómenos sociales en la gran maraña de nuestra época, Lombardo Toledano sabe exponer su pensamiento, por medio de la palabra escrita o hablada, con una secuencia lógica y una fluidez natural y una claridad tan diáfana que vuelve comprensible el más árido tema. Hace poco, escuchando, sin verlo directamente, un discurso suyo, creíamos que él lo estaba leyendo, tan perfecta era la concatenación de las ideas, tan lógico el desarrollo de la tesis y tan abundante el manantial de conocimientos, que saltaban naturalmente, como en una charla elocuente y rica. Nos dimos cuenta, después, que se trataba de una oración verbal, magníficamente estructurada, en la cual la forma y la idea se entrelazaban en un equilibrio perfecto.
La propaganda que contra Lombardo se ensaña, critica su oratoria. No obstante, pocos oradores existen en México que logren prender tanto al público sin recurrir a artificios de jilguero de concurso, tan sólo por la solidez de los conceptos y la claridad de la exposición, como el presidente del P.P.
Numerosas y de la más variada índole son las críticas, las acusaciones y los ataques que a Lombardo diariamente le dirigen los enemigos de la clase obrera y también sus aliados del campo revolucionario. Aquéllos, adoloridos por su excesivo extremismo; éstos indignados con lo que consideran demasiada condescendencia con el poder público e inoperancia en la lucha por los principios. De una cosa, fuera de duda, nadie podrá acusarle: ni de imitar a los líderes en su venalidad; ni de seguir a los hombres públicos en su falta de respeto a los haberes de la nación. Oficial Mayor del DF.; dos veces diputado, Gobernador de Puebla; Director de la Preparatoria; Líder de una Central Obrera; amigo, coterráneo y condiscípulo de presidentes, Lombardo Toledano podría tener siquiera la vigésima parte de lo que, con menos méritos, posee cualquier líder recién electo, o cualquier parvenu de la política. Lombardo vive con dignidad, sin pobreza, pero sin la mínima ostentación, en una casa discreta, que pudo haber sido comprada con sus sueldos de abogado, de profesor de filosofía, de funcionario y de escritor.
Inmediatamente después de su inevitable derrota como candidato a la Presidencia de la República, el autor del “Diario de un Viaje a China”, “Ética”, “El Derecho Público y las Nuevas Corrientes Filosóficas”, etc., vino a la redacción de ¡SIEMPRE! a pedir trabajo como colaborador. Y desde entonces se ha quedado como una de las más fieles, brillantes y esclarecidas plumas de esta revista donde la derecha y la izquierda coinciden en un punto: en el respeto a la profesión y en el deseo sincero de servir al pueblo de México, dentro de sus leales convicciones.
Sobra decir que estas líneas distan mucho de ser el panegírico de un lombardista. No lo somos. Pero quisiéramos tener mayor elocuencia para expresar en los debidos términos el respeto que un hombre de tan elevada estatura es acreedor. Tiempo vendrá en el cual pueda establecerse, con toda serenidad, un balance de sus aciertos y desaciertos como político, para homenajearlo después, fuera de toda bandería, como uno de los hombres más relevantes de su tiempo.
Por ahora se puede ya decir que pocos, muy pocos, de los revolucionarios de ayer, han podido llegar a los sesenta y cinco años, con un pensamiento tan vivo, una obra tan fecunda, un idealismo tan fresco, una moral tan íntegra, y una fe en los destinos finales del hombre, tan inquebrantablemente, como el gran mexicano a quien en este aniversario rendimos aquí pálido homenaje”. Aquí termina el artículo del periodista, escritor y crítico de arte Antonio Rodríguez, el cual dedicó su entrega semanal a la revista ¡SIEMPRE! para hacer un juicio sobre la vida y obra de Lombardo, cuando éste cumplía 65 años de edad. La enorme obra teórica y práctica seguirá alumbrando el camino al pueblo de México en su lucha por su total independencia y la emancipación de la clase trabajadora.

sábado, 11 de julio de 2009

REPROBADO EN LAS URNAS
EL MODELO ECONOMICO DE LA DERECHA

Los resultados de la reciente jornada electoral es una muestra inequívoca de que el descontento popular sigue buscando salidas; las clases proletarias del país más conscientes prefirieron agarrarse de un clavo ardiente antes que dejarse caer en el abismo y la postración que les ofrecía la derecha y su modelo económico. No fueron suficientes las promociones de la medallista olímpica que invitaba a “ayudar al presidente en su lucha contra el crimen” en el afán de tapar el fondo de los problemas que verdaderamente preocupa a la mayoría del pueblo mexicano, que es al día de hoy la peor crisis económica de que se tenga memoria. Todos los analistas, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI), concluyen que este año el producto interno bruto decrecerá en el 8 por ciento, que significa la peor caída histórica en el bienestar de la población, y la peor en América Latina. Los resultados desastrosos que se sienten en el bolsillo y en la mesa de los hogares no pudieron ser tapados con las engañifas mediáticas de la derecha.
Aquellos mexicanos más conscientes de su responsabilidad, que salieron a votar a sabiendas de que en el universo existente de partidos, programas y candidatos con posibilidades reales de ganar no se encuentra una oferta de transformación radical de la angustiante realidad, no cayeron en el engaño y le pusieron un alto a los afanes de la derecha gobernante de apoderarse de la mayoría en la Cámara de Diputados, lo que les hubiera dado en automático la llave para seguir imponiendo su modelo económico y político en perjuicio del pueblo.
Los resultados de la elección deben entenderse más como un voto de castigo hacia el panismo reaccionario que como un voto de confianza al Partido Revolucionario Institucional. La derecha sufrió el repudio por los pésimos resultados de su gestión, mismos que tiene que cargar el pueblo sobre sus espaldas; se engañan solos quienes piensan que es un cheque en blanco otorgado en manos del PRI.
Los triunfos del priísmo en las recientes elecciones no fueron ganados mediante el ejercicio de un voto razonado, que diferenciara con claridad los beneficios de las plataformas electorales de los dos partidos que sostienen el modelo económico neoliberal en sus respectivas plataformas, sino más bien, fueron victorias tricolores obtenidas a base de la ira del pueblo que en su afán de castigar promovió la victoria priísta. Sucedió en esta elección algo similar a lo acontecido en el año 2000, cuando la misma desesperación del pueblo –entre otros factores- en busca de superar la negra etapa neoliberal zedillista rebotó en el triunfo de Vicente Fox. Hoy sucede casi lo mismo, y seguirá sucediendo hasta que el pueblo por fin ubique bien la puerta verdadera a la transformación social y de salida a la angustiosa situación que vivimos.
Un hecho positivo que hay que destacar en los resultados de esta elección, es que la voluntad popular le haya refrendado los registros al Partido del Trabajo y a Convergencia, porque esto asegura la permanencia de las estructuras políticas que sostendrán la candidatura presidencial de las fuerzas progresistas en la lucha por la sucesión presidencial del año 2012, la que seguramente enarbolará nuevamente el conductor de masas Andrés Manuel López Obrador.
El triunfo de la reacción es moralmente imposible, sostenía el héroe inmortal Benito Juárez. La derecha puede sorprender y engañar al pueblo una o dos veces, pero una vez que se instalan en el poder los resultados de su desgobierno los pone en evidencia y quedan desnudos ante la opinión pública. Cuando Calderón asaltó el poder, en este espacio se sostuvo la idea de que a la derecha, sabiendo su origen histórico, no se le debía otorgar ni voto de confianza ni beneficio de la duda. Ahora tres años después, buena parte de los proletarios que habían votado en la anterior elección contra sus mismos intereses rectificaron esta vez el sentido de su voto.
Gracias a esa rectificación el PAN retrocedió en la Cámara de Diputados; de 6 gubernaturas en disputa perdió claramente en 5, y con posibilidades reales de perder la sexta en Sonora. Pierde también ayuntamientos valiosos donde permanecía la derecha enquistada por más de 5 administraciones consecutivas, como son los casos de Guadalajara, Zapopan y San Luis R.C., en Sonora, entre otros. Hablando de éste último municipio colindante con Baja California, la derrota del PAN a manos del doctor Manuel de Jesús Baldenebro, es un signo de aliento para quienes viven en este municipio. Este candidato triunfador es un profesionista forjado en la escuela pública; desde hace diez años es el líder en la localidad del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), por lo mismo tiene una sólida formación sindicalista, un contacto permanente con la clase trabajadora agremiada a su sindicato y con las masas en general. Sabe perfectamente que la necesidad más apremiante que demanda una solución inmediata en este municipio es el desempleo; por lo mismo ofreció en uno de los puntos de su programa de gobierno, impulsar y fomentar desde el ayuntamiento la organización de cooperativas para que trabajen en la dotación de productos y servicios que demanda la administración municipal para su funcionamiento. ¡Ahora que cumpla o que el pueblo se lo demande!