sábado, 11 de julio de 2009

REPROBADO EN LAS URNAS
EL MODELO ECONOMICO DE LA DERECHA

Los resultados de la reciente jornada electoral es una muestra inequívoca de que el descontento popular sigue buscando salidas; las clases proletarias del país más conscientes prefirieron agarrarse de un clavo ardiente antes que dejarse caer en el abismo y la postración que les ofrecía la derecha y su modelo económico. No fueron suficientes las promociones de la medallista olímpica que invitaba a “ayudar al presidente en su lucha contra el crimen” en el afán de tapar el fondo de los problemas que verdaderamente preocupa a la mayoría del pueblo mexicano, que es al día de hoy la peor crisis económica de que se tenga memoria. Todos los analistas, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI), concluyen que este año el producto interno bruto decrecerá en el 8 por ciento, que significa la peor caída histórica en el bienestar de la población, y la peor en América Latina. Los resultados desastrosos que se sienten en el bolsillo y en la mesa de los hogares no pudieron ser tapados con las engañifas mediáticas de la derecha.
Aquellos mexicanos más conscientes de su responsabilidad, que salieron a votar a sabiendas de que en el universo existente de partidos, programas y candidatos con posibilidades reales de ganar no se encuentra una oferta de transformación radical de la angustiante realidad, no cayeron en el engaño y le pusieron un alto a los afanes de la derecha gobernante de apoderarse de la mayoría en la Cámara de Diputados, lo que les hubiera dado en automático la llave para seguir imponiendo su modelo económico y político en perjuicio del pueblo.
Los resultados de la elección deben entenderse más como un voto de castigo hacia el panismo reaccionario que como un voto de confianza al Partido Revolucionario Institucional. La derecha sufrió el repudio por los pésimos resultados de su gestión, mismos que tiene que cargar el pueblo sobre sus espaldas; se engañan solos quienes piensan que es un cheque en blanco otorgado en manos del PRI.
Los triunfos del priísmo en las recientes elecciones no fueron ganados mediante el ejercicio de un voto razonado, que diferenciara con claridad los beneficios de las plataformas electorales de los dos partidos que sostienen el modelo económico neoliberal en sus respectivas plataformas, sino más bien, fueron victorias tricolores obtenidas a base de la ira del pueblo que en su afán de castigar promovió la victoria priísta. Sucedió en esta elección algo similar a lo acontecido en el año 2000, cuando la misma desesperación del pueblo –entre otros factores- en busca de superar la negra etapa neoliberal zedillista rebotó en el triunfo de Vicente Fox. Hoy sucede casi lo mismo, y seguirá sucediendo hasta que el pueblo por fin ubique bien la puerta verdadera a la transformación social y de salida a la angustiosa situación que vivimos.
Un hecho positivo que hay que destacar en los resultados de esta elección, es que la voluntad popular le haya refrendado los registros al Partido del Trabajo y a Convergencia, porque esto asegura la permanencia de las estructuras políticas que sostendrán la candidatura presidencial de las fuerzas progresistas en la lucha por la sucesión presidencial del año 2012, la que seguramente enarbolará nuevamente el conductor de masas Andrés Manuel López Obrador.
El triunfo de la reacción es moralmente imposible, sostenía el héroe inmortal Benito Juárez. La derecha puede sorprender y engañar al pueblo una o dos veces, pero una vez que se instalan en el poder los resultados de su desgobierno los pone en evidencia y quedan desnudos ante la opinión pública. Cuando Calderón asaltó el poder, en este espacio se sostuvo la idea de que a la derecha, sabiendo su origen histórico, no se le debía otorgar ni voto de confianza ni beneficio de la duda. Ahora tres años después, buena parte de los proletarios que habían votado en la anterior elección contra sus mismos intereses rectificaron esta vez el sentido de su voto.
Gracias a esa rectificación el PAN retrocedió en la Cámara de Diputados; de 6 gubernaturas en disputa perdió claramente en 5, y con posibilidades reales de perder la sexta en Sonora. Pierde también ayuntamientos valiosos donde permanecía la derecha enquistada por más de 5 administraciones consecutivas, como son los casos de Guadalajara, Zapopan y San Luis R.C., en Sonora, entre otros. Hablando de éste último municipio colindante con Baja California, la derrota del PAN a manos del doctor Manuel de Jesús Baldenebro, es un signo de aliento para quienes viven en este municipio. Este candidato triunfador es un profesionista forjado en la escuela pública; desde hace diez años es el líder en la localidad del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), por lo mismo tiene una sólida formación sindicalista, un contacto permanente con la clase trabajadora agremiada a su sindicato y con las masas en general. Sabe perfectamente que la necesidad más apremiante que demanda una solución inmediata en este municipio es el desempleo; por lo mismo ofreció en uno de los puntos de su programa de gobierno, impulsar y fomentar desde el ayuntamiento la organización de cooperativas para que trabajen en la dotación de productos y servicios que demanda la administración municipal para su funcionamiento. ¡Ahora que cumpla o que el pueblo se lo demande!

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