domingo, 2 de noviembre de 2008

LA PRIMER DERROTA DEL CALDERONISMO

LA NACION SE REENCUENTRA CON LA VICTORIA

Con los escenarios de la reciente aprobación de la reforma energética una larga noche de penumbras está llegando a su fin. Comienza el amanecer de una nueva alborada y el retorno de la esperanza. Después de que el pueblo ha tenido que sufrir durante varios sexenios los efectos devastadores de la hegemonía de la ideología monopolista hecha gobierno mediante las siglas del PAN, nuevamente la nación se reencuentra con la victoria.
Las numerosas derrotas del pueblo sufridas a manos del bipartidismo neoliberal pripanista, que hicieron posible los despojos a la nación mediante la implantación de la política de privatizaciones; el Fobaproa primero, y después el Ipab; la elevación de la tasa impositiva del IVA del 10 al 15 por ciento; la privatización del ejido; las contrarreformas a la ley del IMSS y del ISSSTE, sólo por citar algunas, han llegado a su fin, porque el pueblo se ha reencontrado finalmente con el camino de su experiencia histórica y el instrumento de su vía de desarrollo: la unidad del pueblo en torno al Frente Nacional Democrático y Patriótico, que es en esencia la estrategia y la táctica que ha utilizado el pueblo para lograr la victoria frente a sus enemigos históricos.
La amplia movilización popular comandada por el presidente legítimo Andrés Manuel López Obrador y el Frente Amplio Progresista (FAP), cuyo objetivo de alertar al pueblo sobre el despojo del patrimonio energético que se pretendía hacer a la nación, logró poner en evidencia a las fuerzas políticas enemigas de la soberanía nacional, obligándolas a recular en la mayor parte de sus pretensiones ante la seguridad de que serían castigadas con el sufragio popular en el cercano proceso electoral del año próximo.
Desde luego que las petroleras transnacionales no quedaron satisfechas y han hecho sonar sus cascabeles a través de los poderes mediáticos, para enderezar una campaña de linchamiento contra López Obrador y las fuerzas insurgentes, a quienes ubican como el principal obstáculo a sus ambiciones.
Ante la estrepitosa derrota, a Felipe Calderón no le ha quedado otra opción que hacer suya de manera oportunista la bandera permanente del sector nacionalista y patriótico. Así, de la noche a la mañana anunció la construcción de una nueva refinería con una inversión pública inicial de 12 mil millones de pesos; lo que echa por tierra sus propios argumentos privatizadores que sostienen que el Estado no cuenta con recursos para invertir y resolver el problema energético. ¿Dónde quedó pues la teoría de la derecha que sostiene que los capitales privados, nacionales y extranjeros, son los únicos que pueden resolver los problemas nacionales? Si hay dinero para construir una refinería, seguro es que lo hay para construir todas las que hagan falta, lo mismo que para financiar el desarrollo general del país sin necesidad de ceder a los caprichos y ambiciones de la voracidad empresarial.
Aunque no se logró eliminar la totalidad de los elementos privatizadores, lo que obliga a no bajar la guardia y continuar la lucha, quiérase o no, la reforma energética aprobada es un triunfo indiscutible del Movimiento Nacional por la Defensa del Petróleo comandado por Obrador. A pesar de ser en la actual circunstancia una minoría legislativa, se impuso con el apoyo del pueblo sobre las mayorías legislativas del prianismo; esas mayorías parlamentarias que representan a las minorías privilegiadas fueron derrotadas porque no pudieron imponer el madruguete ni los reclamos de sus patrocinadores. Ante este hecho trascendental justo es decir que la nación se ha reencontrado con la victoria.
A continuación, doy cabida en este espacio a un documento del Partido Popular Socialista que circuló a través de volanteo, en el mitin de López Obrador y el Frente Amplio Progresista (FAP), el domingo 27 de octubre, en el cual se afirma lo siguiente:
Una Primera Victoria Del Movimiento En Defensa Del Petróleo, ¡La lucha continúa...!
La derecha neoliberal instalada en Palacio Nacional y su brazo electoral, el PAN, han sufrido su primera gran derrota. El esquema privatizador de Calderón para PEMEX fue rechazado por la movilización popular. Aún así, el Senado maniobró para dejar una grieta privatizadora en la concesión de bloques a las corporaciones transnacionales.
Hoy mas que nunca debemos cerrar filas en torno al Movimiento en Defensa del Petróleo y continuar la resistencia hasta la victoria
La movilización popular en defensa del petróleo y de la soberanía nacional, expresión concreta de que solo la unidad de las mejores fuerzas democráticas y patrióticas podrán enfrentar con éxito al imperialismo, ha derrotado la Iniciativa privatizadora que, Felipe Calderón, envió al Congreso de la Unión con el objetivo de entregar los hidrocarburos en bandeja de plata al capital transnacional, hipotecando el futuro de nuestro país.
Pese a la utilización masiva de los medios de comunicación, cómplices del proyecto privatizador impulsado desde Palacio Nacional y defendido a ultranza por el PAN y la derecha neoliberal incrustada en el PRI, erogando inmensos recursos del erario, la labor de orientación y convocatoria dirigido al pueblo, puesto en práctica por los brigadistas, para defender la soberanía nacional, logró romper el cerco informativo llegando a la conciencia de los mejores mexicanos, hombres y mujeres, comprometidos con México.
Si bien, la Iniciativa aprobada por el Senado, en una función circense, retoma ocho de las trece propuestas esenciales del FAP (Frente Amplio Progresista) y resuelve parcialmente tres mas, pasa por alto dos propuestas importantes, entre estas se deja en el aire la posibilidad de que el capital transnacional participe en la asignación de bloques geográficos del territorio nacional a contratistas nacionales o extranjeros en materia de exploración y producción de hidrocarburos. lo que implicaría no solo la violación constitucional de actividades exclusivas de la nación, sino que en la práctica se estarían entregando extensiones de territorio nacional al control de las corporaciones transnacionales. Este riesgo alcanza proporciones alarmantes ante la negativa de la mayoría de los senadores de que se prohíba expresamente la entrega de áreas exclusivas en los contratos de exploración y producción.
Estas “ambigüedades”, denunciadas desde el principio por el Movimiento en Defensa del Petróleo, y la intención manifiesta de los senadores de no corregirlas, deben alertarnos y ponernos en guardia, pues mientras permanezcan en la Iniciativa servirán, en lo futuro, como trampolín al capital trasnacional para despojar a la nación de uno de sus recursos naturales mas valiosos y privarlo de la posibilidad de que sirvan como palanca del desarrollo económico y elevar el nivel de vida de la población.
Amargas experiencias en el pasado nos han enseñado que las pretensiones privatizadores en otros sectores energéticos han aprovechado estos resquicios, omisiones o ambigüedades, con la complacencia gubernamental, para adueñarse “silenciosamente” de áreas estratégicas de desarrollo. Un ejemplo evidente lo demuestra la privatización de la generación eléctrica en nuestro país ya que actualmente mas del 35% de la electricidad es generada principalmente por capital extranjero, Iberdrola, Gas Natural y FENOSA, las tres de capital español, además de la francesa EDF y la japonesa Mitsubishi, han hecho jugosos negocios, despojando a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). No podemos permitirnos el lujo de que se vuelva a repetir la misma historia con PEMEX. La movilización del pueblo en defensa del petróleo es de suma preocupación para el gobierno entreguista y sus cómplices, pues esta les ha impedido cumplir sus compromisos privatizadores con el capital transnacional, razón por la cual han desatado una intensa campaña calumniadora, con el objetivo concreto de restar autoridad a su principal dirigente, Andrés Manuel López Obrador y debilitar al Movimiento.
El Partido Popular Socialista considera que solo la unidad de las mejores fuerzas, democráticas, patrióticas y antiimperialistas, en un gran Frente Democrático Nacional, elemento esencial de su línea estratégica y táctica, establecida por su fundador, el Maestro Vicente Lombardo Toledano, nos puede conducir al logro de una patria independiente, libre y soberana. El Movimiento en Defensa del Petróleo es una manifestación de ese frente y solo a través de su fortalecimiento e impulso podrá cumplir cabalmente con sus objetivos. Por esa razón el PPS llama a cerrar filas en torno a este movimiento popular y a su dirección, el Frente Amplio Progresista (FAP) y Andrés Manuel López Obrador e impedir, mediante la resistencia pacífica, la aprobación de los dictámenes, mientras no se reafirme de manera expresa la soberanía nacional en materia de hidrocarburos.
¡VIVA EL MOVIMIENTO EN DEFENSA DEL PETRÓLEO ¡
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