sábado, 11 de septiembre de 2010

EL HOLOCAUSTO DE CALDERON

Igual que en los años 1810 y 1910, la actual generación de mexicanos se encuentra al límite de su resistencia material y espiritual; en este marco histórico de paralalelismos y analogías entre las realidades de ayer y hoy, mismas que apuntan en la dirección de las grandes conmociones sociales y políticas, el actual régimen de derecha que se apoderó del país, en su cuarto informe de gobierno, antes que reconocer honestamente de cara a la nación el fracaso de su proyecto, ha confirmado sus intenciones de continuar por la ruta hacia el precipicio. La visión oficial enfermiza es que ´´vamos por la ruta correcta´´.
La historia se encargará de caracterizar con justeza al gobierno de Calderón como el sexenio del holocausto. No hay otra forma de calificar el generalizado incremento de la violencia que ha tomado carta de naturaleza en nuestro país; la lucha total contra ´´el crimen organizado´´ que encabeza el que gobierna mediante ´´partes de guerra´´ ha hecho del territorio nacional un gigantesco campo de exterminio, a lo que se añade el caos y la represión política y económica contra las masas mayoritarias de la población.
Según cifras oficiales, 29 mil mexicanos han muerto víctimas de esta imparable escalada de violencia en menos de cuatro años de calderonato; para el cierre del año 2012 es posible que este número de bajas empate o supere la cifra de 52 mil bajas estadunidenses durante la guerra de Vietnam entre 1968 y 1974, la diferencia es que, mientras los yanquis estaban en una guerra intervencionista, por lo cual es entendible el número de bajas, nuestro país vive en ´´paz y en un reino democrático´´, según la opinión de los intelectuales de la derecha.
El país se estremece todos los días ante los niveles de violencia e inseguridad a que se ha llegado, centenares de ciudadanos son ejecutados todos los días. Resulta inconcebible que mientras los gobernantes cacaraquean la supuesta normalidad democrática al mismo tiempo son asesinados hasta setenta personas en una sola masacre, como la sucedida en San Fernando, Nuevo León, hace unos días. Lo mismo candidatos que presidentes municipales en funciones han sido alcanzados fatalmente por la violencia, de la que son responsables por formar parte de la actual clase política que ha hundido al país en la miseria, en la zozobra y en la ingobernabilidad. A como van las cosas en esta escalada de violencia, y si el pueblo de Hidalgo, de Juárez, de Villa y Zapata, no es capaz de detener a tiempo las acciones de este régimen, si el mismo llega a terminar su mandato ilegítimo, es seguro que entregará un país hecho pedazos.
El pueblo no ve solución alguna al caos generalizado mientras perdure en el poder la clase política dominante repartida en el PRIANato. Como empleados bien pagados de la dictadura oligárquica, su papel sólo se limita a ´´condenar y reprobar enérgicamente´´ todos los días los hechos violentos que mantienen a la sociedad aterrorizada. Antes que actuar desde el sitial que ocupan para moderar la opulencia y la indigencia y disminuir el rencor social ante los grados insultantes de desigualdad social, lo que hacen es defender los privilegios de pocos y la injusticia para las masas, resguardando y legitimando el inhumano estatus vigente.
El cuarto informe de gobierno confirma la hoja de ruta trazada desde un principio por el gobernante espurio, en beneficio de la élite que lo impuso en el poder. En el proyecto de presupuesto para el 2011 se plantea que gasolinas, el diesel y el gas continuarán subiendo cada mes; los impuestos que elevó con la ayuda del PRI seguirán inmutables, castigando a la mayoría de los mexicanos. Sin autoridad moral ninguna, el priismo anda diciendo a los cuatro vientos que van a proponer la baja del IVA del 16 al 15 por ciento, el que aprobaron ellos mismos el año pasado, después de ponerle la soga al cuello a la población ahora pretenden erigirse en salvadores de la patria.
Se anuncia que la meta es crear medio millón de empleos durante 2011, aún si lo logran, el déficit del desempleo seguirá creciendo, porque nuestra economía debe generar por lo menos un millón 200 mil puestos de trabajo para absorber la demanda laboral de nuestra población. No se dice nada, pero es un hecho que se mantendrá la política salarial equivalente al crimen de lesa humanidad, porque sacrifica a todo un pueblo a sufrir las llagas de la pobreza.
Algunos ilusos mantenían la esperanza de que el cuarto informe anunciara cambios trascendentales para corregir el rumbo de la nación, pero no fue así; el pueblo quiere cambiar pero calderón prefiere mantener, las condiciones están dadas para el choque frontal entre estas dos percepciones de la realidad. Ese divorcio fatal entre los sentimientos de la sociedad frente a la opinión de la dictadura gobernante puede ser el origen de otra conmoción de grandes dimensiones históricas.
Porfirio Díaz invirtió 21 millones de pesos en la fastuosa celebración del centenario de la Independencia, y dos meses después el pueblo se levantó en armas para terminar con su dictadura. En 2010, Calderón invertirá casi tres mil millones de pesos en las también fastuosas celebraciones del Bicentenario de la Independencia, y no sabemos si correrá la misma suerte, lo que podemos asegurar es que, el holocausto en que vivimos está empujando a que la nación ´´abra sus labios y empuñe la espada para ser oída´´, como quedara asentado en los célebres Sentimientos de la Nación, de José María Morelos y Pavón, figura señera de nuestra lucha por la independencia nacional.
San Luis Río Colorado, Sonora, México. 11 de septiembre de 2010.
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