sábado, 13 de junio de 2009

MAGNICIDIO EN HERMOSILLO
LAS PLATAFORMAS ELECTORALES DEL NEOLIBERALISMO
Y SUS RESULTADOS

El hogar de las familias proletarias están de luto en Hermosillo, Sonora, y en todo México. Es la peor tragedia de que se tenga memoria en el estado; cerca de medio centenar de infantes, hijos de las familias trabajadoras, fueron sacrificados y se convirtieron en víctimas inocentes de la nomenclatura neoliberal prevaleciente en el país. Este magnicidio es un resultado claro y palpable de lo que significa el abandono de las responsabilidades públicas del Estado neoliberal en su afán de repartir el erario del pueblo como botín en las manos de la iniciativa privada, insaciable, voraz y asesina, la cual se guía únicamente por el credo de la ganancia máxima. Ese es el papel que le otorga al Estado el conjunto de fuerzas de la derecha en sus respectivas plataformas electorales, y éstos son sus resultados.
La tragedia ocurrida el pasado 6 de junio, con el incendio de la guardería infantil ABC, en la populosa colonia Y-Griega, al sur de la ciudad capital sonorense, destapó el drenaje y salieron del subsuelo las aguas negras del neoliberalismo depredador que practican los gobiernos de derecha, tanto del PRI como del PAN.
Hay que distinguir entre el genuino dolor del pueblo por tan lamentable tragedia de la supuesta “consternación” de la clase política que nos gobierna. Los políticos irresponsables sienten mucho el acontecimiento sólo por haberse presentado a unos días de las elecciones, porque temen con razón que el electorado les dé la espalda al salir a la luz pública información reservada y secreta, conocida únicamente por la alta burocracia gobernante. La cercanía de las elecciones obligó a las fuerzas políticas dominantes, en un pleito familiar interclasista, a tratar de deslindarse y lavarse las manos, poniendo en casa del adversario la culpabilidad de los hechos y dando a conocer al público información relevante guardada en las cañerías del sistema.
Ahora el pueblo entero sabe que esta tragedia es producto de la privatización disfrazada y silenciosa del Instituto Mexicano del Seguro Social. Una estrategia monopolista que inicia con la contrarreforma a la ley del IMSS en 1996, bajo el gobierno de Ernesto Zedillo y continuada por los gobiernos del PAN. El pueblo puede ver en esta tragedia a los verdaderos beneficiarios de las privatizaciones y despojos al patrimonio público, misma podredumbre de la que se siguen enorgulleciendo en sus respectivas plataformas electorales.
Se sabe como están interconectados todos los intereses privatizadores. Las propietarias de la guardería ABC, Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella –prima de la esposa de Felipe Calderón- y Sandra Lucía Téllez Nieves, son respectivamente, esposas de dos altos funcionarios del gabinete de Eduardo Bours. Además de los parentescos entre los funcionarios involucrados que dan lugar al nepotismo y al tráfico de influencias, está la gran afinidad ideológica entre el gobernador sonorense y el jefe político del régimen neoliberal, Felipe Calderón.
Con tal interconexión de intereses es fácil entender que toda la tramitología requerida para el funcionamiento de la guardería incendiada estaba en orden; el bodegón equipado con lo necesario para desempeñar el papel de campo de concentración y exterminio tenía todos los documentos en regla de los tres órdenes de gobierno, tanto municipal, estatal y federal. Qué podría interesarles a los funcionarios involucrados la seguridad de los hijos de los trabajadores, entregados a su suerte y rodeados por un almacén y una gasolinera al frente.
Las guarderías privatizadas del IMSS, las mismas que ahora se les llama “subrogadas”, son una mina de oro para familiares y amigos de la derecha neoliberal en el poder. Por cada 100 niños los propietarios reciben religiosamente cada mes la cantidad de 250 mil pesos, de los cuales no invierten casi nada. Basta con poner una sombra y cuatro paredes, una estufa, un refrigerador, y seis personas impreparadas. ¿Cuántas guarderías hay en esas condiciones en el país y cuántos son sus beneficiarios? Un negocio redondo del que disfruta la familia privatizadora a expensas del erario público.
Esos hechos de corrupción, tráfico de influencias y podredumbre del sistema tienen su sustento ideológico en las plataformas electorales registradas ante el IFE para este proceso electoral. La derecha ofrece “proteger tu economía” con 29 propuestas específicas de carácter económico, una de ellas dice que: “gracias a las guarderías y estancias infantiles, más de 180 mil madres ya pueden trabajar sabiendo que sus niños están bien cuidados”. Los hechos trágicos en Hermosillo demuestran el embuste y la falsedad de esa propuesta, igual que todas las señaladas en su plataforma. Nada ha cambiado en los propósitos doctrinarios de la reacción, el hilo conductor sigue siendo el mismo: Estado facilitador y no interventor.
El papel que se le asigna al ente estatal reducido a la categoría de gendarme de plazuela, equipado con silbato y macana para cuidar el “orden” entre los factores de la producción. El ahorro colectivo y la riqueza nacional deben ser puestos en manos del mercado, incluidos los sectores estratégicos como lo son –entre otros- la industria energética, la educación, y el sector salud; la subrogación de las guarderías es un eslabón de esa cadena.
En cuanto a la Plataforma Electoral del “nuevo” PRI, éste sigue siendo fiel a la doctrina inventada por Carlos Salinas de Gortari, el que con el propósito de justificar el desmantelamiento del sector estatal de la economía creó aquel engendro contrarrevolucionario llamado liberalismo social. El priísmo en su plataforma proclama entre otras cosas que: “De ninguna manera pensamos en que deba regresarse al estatismo de los 70, no estamos por un Estado propietario, sino por uno promotor que estimule la actividad empresarial y reguladora del mercado, que evite desviaciones, abusos, y garantice la libre competencia”. Se sigue reiterando “pugnamos por revalorar el papel del Estado en la economía, porque sea un estado moderno, promotor y regulador de las fuerzas del mercado, que apoye y complemente la iniciativa de los particulares”. Y para más señas de que el nuevo PRI está hermanado ideológicamente con el PAN, aquí va la joya de su pensamiento: “No queremos un Estado dueño de los medios de producción, sino un poder que los regule efectivamente. Un Estado no grande, pero sí fuerte y eficiente”.
He aquí las plataformas del neoliberalismo dominante, idénticas en su contenido y contrarrevolucionarias en su doctrina. Se promueve en ellas un Estado manco, sin potestad para intervenir en el desarrollo económico del país; un gendarme descolorido que acepta como su única ley a cumplir los dictados de los monopolios. Una doctrina falaz que ha cosechado desde su implementación hasta la fecha una insultante concentración de la riqueza, aumento de la pobreza, desigualdad social y la violencia social resultante.
En el caso de los hechos trágicos acontecidos en Hermosillo, Sonora, que las instituciones encargadas de impartir justicia castiguen la negligencia y todo tipo de tráfico de influencias que dieron lugar a la materialización de la tragedia. Que hagan su trabajo si quieren recuperar en algo la credibilidad perdida. El pueblo en la urnas será el encargado de enjuiciar políticamente a los responsables intelectuales del magnicidio, que son la élites neoliberales dominantes que imponen políticas irresponsables bajo el evangelio del mercado absoluto y la ganancia máxima en manos de la iniciativa privada.
Es un hecho que ningún obrero consciente del origen de sus problemas puede votar por las plataformas electorales del neoliberalismo. El proletariado nacional condena enérgicamente la responsabilidad tanto material como intelectual del magnicidio ocurrido en Hermosillo y sabrá actuar en consecuencia. No sólo de PAN vive el Hombre, ¡Salvemos a México!

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