martes, 5 de mayo de 2009

5 DE MAYO DE 1862
UNA LECCION DE PATRIOTISMO HASTA EL SACRIFICIO
La histórica batalla del 5 de mayo de 1862, librada por nuestro pueblo en armas contra los apetitos anexionistas del imperio francés, es una lección de patriotismo hasta el sacrificio, que las presentes generaciones de mexicanos debemos recoger con responsabilidad histórica. Mayormente en los actuales momentos en que la soberanía e independencia de nuestro país se ve nuevamente comprometida y amenazada, ahora por el apetito intervencionista del imperialismo norteamericano, aliado a los neoconservadores en el poder, el régimen de derecha.
Actualmente el Pentágono está empujando una iniciativa de ley en el Congreso de la Unión, para poner a favor de sus intereses los artículos 76 y 89 de nuestra Carta Magna. Se pretende una contrarreforma para que se permita al ejecutivo federal enviar soldados a otras naciones y permitir la entrada a nuestro país de tropas extranjeras, incluso autorizar la estancia de buques de guerra en aguas nacionales por más de un mes; todo ello sin tener que solicitar autorización al Congreso de la Unión. Lo que deben saber nuestros compatriotas es que, tal iniciativa de ley, destinada a servir por completo a los intereses del Pentágono, en su conocida estrategia militarista de incluir a los soldados mexicanos como parte integrante del llamado Comando Norte del Ejército de los Estados Unidos, fue presentada en marzo por el diputado federal del PAN, Marco Antonio Peyrot Solís, a nombre de sus lacayos en el país.

Ante esa amenaza a nuestra soberanía, recordemos en éste espacio el patriotismo sin igual de aquellos mexicanos que les tocó hacer frente a las armas extranjeras en defensa de nuestra integridad territorial. He aquí el contenido de algunos telegramas, cartas y partes de guerra, donde podemos apreciar el ambiente que se vivía en los momentos más álgidos de la guerra patria. Tales documentos se citan textualmente y sin corrección alguna; debe entenderse que la ortografía es menos que importante cuando se está escribiendo en medio de la batalla y bajo el ruido de fusilería y los cañones.




Ignacio Zaragoza: “De algo se ha de valer uno en este mundo para conseguir lo que necesita: me hacia falta la vela busqué un modo de pedírsela á V. y de obligarlo á que me la enviara: encontré ese modo: me promete V. mandármela: eso es todo. No hay nada de malos humores ni de enojos, ni ninguno de esos fantasmones que se figuró V.
La cosa es muy sencilla: cuando la estación es mala el soldado se moja, y necesita techo con que cubrirse: en el campo no se pueden fabricar cuarteles de cal y canto: ahora, una vela convertida en tiendas de campaña, es una cosa tan útil, como agradable á la vista: sobre que acabo de verlo en las cumbres. La blancura de las tiendas de campaña en medio de las quiebras de los cerros y entre los árboles, se asemejan á una gran nube blanca tendida sobre el monte.
Ya verá V. si por gozar de ese espectáculo no es uno capaz de combertir en tiendas de campaña todas las velas del mundo, y por eso quiero que me mande V., no solo la que falta de Puebla, sino también la de Atlixco, y si hay otras por hay, le ruego que me las remita, lo cual le han de agradecer mucho los soldados, los fusiles y los daguerreotipistas.
En cuanto á la vela que sirvió en la soledad, V. que entonces era cuartelmaestre, sabrá mejor que yo lo que sucedió con ella.
Quedo impuesto de que ha mandado componer las bayonetas y de que me las mandará; de qe. ha hecho comprar las medicinas y de que me las remitirá, de qe. ha hecho V. colchones con las mantas, y de que me los envía; de que celebra V. las ejecuciones que se hicieron; de que mandará V. las carretas, de que vendrá la vela; de que alistará V. los cargos contra Lara y de qe. mandó V. las mulas que embargó Cuellar, por recomendación mía.
A propósito de las carretas, me ocurre la idea de que si los ingenieros se quedan con esos trasportes de menos, V. puede proporcionárselos del mas, con los que se pueda azgar por allí, y esto es una compensación.
Respecto del tratamiento de los Distritos en que convenimos la comunicación oficial que recibió V., fue respondiendo á una de V. anterior á nuestro convenio: de manera qe. este subsiste, y espero qe. en cuanto queden establecidas las juntas provedoras me avise para que nos entendamos con ellas.Consérvete V. bueno, y cuente siempre con el afo. de su amo. y campo. que lo aprecia.
Y. Zaragoza
Sirvase V. enviarme sobres grandes de oficio, que no sean de papel de estrasa.
Va la muestra.
Zaragoza pendiente y urgiendo los preparativos para la defensa del territorio.
Palmar, Setiembre lo./862.


.Estimado amo. y compo.
He recibido la parte de los encargos de escritorio que me mandó V. con estos carros [tachado] de los cuales han continuado su marcha para Perote con el objeto de seguir cargando el material de guerra que alli eesiste.
Quedo impuesto de que me mandará V. la vela, las fundas de colchon y los demas encargos que le he hecho. Todos los dias urjo al Gobo. porque mande á V. dinero para las fortificaciones y espero que al cabo tiene qe. hacerme caso.
Cuente siempre con el afecto de su amo. y compo. qe. lo aprecia.
Y. Zaragoza
Estimado Amigo y Compo. Gral. Ygnacio Mejia
Cuando yo tuve noticia de los remplasos que venian de Oajaca para las tropas de aquel Estado, ya ellos habian sido dados de alta en la Brigada del Co. Gral. Diaz, cuyo hecho no desaprové, tanto por que concidero que la espresada Brigada necesita de preferencia los mismos reemplasos, como porque su incorporasión a la propia Brigada se hiso con anuencia y acuerdo hasta cierto punto del Gobr. de Oajaca, según me lo manifiesta el mismo Gral. Diaz, y principalmente por que pa. ello cuento yo con la deferencia de U., que en mi anterior había solicitado sobre este particular. Me parece pues mas conveniente que los remplasos de que se trata permanescan como estan en la actualidad.
Aun no tengo noticia oficial ni del Gobo. ni del Sr. Gonzalez Ortega de que marche a incorporarse a este Cpo. de Ejército; mas sea como fuere, por las noticias de U. no puedo dudar del hecho.
Tanto el parque de que le tengo hablado, como los viveres que le he pedido, son elementos de primera necesidad para este Cpo. de Ejto.; pero si por de pronto no es posible que ambos objetos vengan a la vez prefiera U. por ahora la remisión del parque, sin perjuicio de esforsarse en remitirme también los viveres.
El dolor espasmodico que me tenía postrado en cama ha desaparecido y hoy me encuentro en pié; aunque algo devilitado, siempre a sus ordenes como su affmo. amigo y campo. que lo aprecia.
Y. Zaragoza
Solo he recibido 800$, y no 1000 como U. me decía en una de sus apreciables: espliqueme U. si aquella es la cantidad que me mandó o en que conciste que el portadór me entregase una menor. Encargo a U. alguna zuela pa. Cuharaches, que alcanse siquiera para 2000 pares.


Co. Gral. YGO. Meji.a
Puebla.
Estimado amo. y rompo. Gral. Ygo. Mejia
Ya las operaciones sobre Orizaba están muy prócsimas, y por lo mismo recomiendo mucho a V. que todo se vuelva actividad y eficacia, para que se remita todo el parque que ya he pedido, el que pidió el Sr. Tapia ultimamente, y todos cuantos víveres pueda agenciar por préstamo, por compra, por fuerza, o de la manera que le fuere posible.
Consérvese V. bueno, y cuente siempre con el afecto de su amo. y rompo. que lo aprecia.
Y. Zaragoza

Co. Gral. Ignacio Mejia.
Puebla.
Mi querido General.
El Gral. Zaragoza está actualmente en la cama, aplicandose una medicina que no le permite desabrigarse; y como el asunto que lleva el portador, es muy importante, me ha ordenado que ponga y firme la comunicacion adjunta; así como también la presente, con el objeto que voy a manifestárle:
El Gral. encarga a U. mucho que haga esfuerzos supremos pr. mandarle las raciones, pues es la salvacion del Ejército y el término de la guerra la remision de víveres, cuya falta daría pr. resultado perder el tpo. inútilmte. en perjuicio de la Pátria.
También recomiendo a Ud. le remita con la brevedad posible todo el parque Miniee que haya construido y el demás que se ha pedido pa. infa.
Deseo que se restablezca U. completamte. aprovechando esta oportunidad pa. ofrecerme a sus órdenes como su afmo. subordinado y amigo qe. lo aprecia.
Lázaro Garza Ayala


González Ortega ha llegado con su División a El Palmar, donde acampa el general Zaragoza. El caso Bringas.
Palmár junio 9 de 1862.




Estimado amigo y Compañero. Puebla.
El Sr. Gonzales Ortega ha llegado hoy á este punto con la Divicion de su mando, y provablemente mañana comenzaremos a movernos sobre Orizava: Hací es que nuevamte. lo importuno con mis recomendaciones sobre continua remición de viveres, municiones de guerra y actividad en las fortificaciones de Puebla, haciendo que los que se marchan de Méjico, marchen de Puebla inmediatamente.
Los unicos antecedentes que tengo contra Bringas, son las noticias q. un corresponsal de uno de nuestros gefes le ha comunicado, ese corresponsal desea ocultar su nombre; mas puede U. asegurar que ninguna de sus noticias ha salido falsa, y bajo este concepto será muy convente. mantener preso al espresado Bringas pa. que lo condenen sus antecedentes bien conocidos y el hecho de haber permanecido en Orizaba entre los invasores y los traidores contra las prevenciones de la ley.
Cuente V. siempre con el afecto de su amigo y Compañero qe. lo aprecia.
Y. Zaragoza


Sigue la escasez de víveres. Espera del Gobierno del Centro cien mil pesos mensuales. Otros menesteres de la organización y de la campaña.
Acatzingo, julio 4 de/862.



Estimado amo. y compo. Ygo. Mejia. Puebla.
He recibido parte de los encargos que le tengo hechos, y por ellos le doy las mas esprecivas gracias, así como por los socorros ministrados a Lara.
No olvide V. la absoluta necesidad tengo de viveres y espero que seguirá V. auxiliándome con lo que pueda. Si el Gobo. cumple la promesa de mandar cien mil pesos mensuales nos sacará de grandes conflictos, y V. puede contar seguramente con dos mil pesos en cada remision, cuya suma he ordenado ya al comisario se entregue a V. de los caudales que vienen, y debiéndola tomar desde luego que esté en Puebla, mas suplico a V. haga la distribucion de esa cantidad, para que la comisaría haga los cargos correspondientes.
Daré orden para que a los piquetes y enfermos que haya en esa ciudad se les saquen y remitan los socorros que les correspondan en los prorrateos, recomendando a V. su buena inversión; pero como serán escasos, confío en que V. seguirá atendiéndolos en lo posible.
No dude V. que lo tendré presente en el reparto del vestuario, pues ciertamente los hijos de Oajaca son dignos de toda consideración: ojalá y pudiera también atenderlos con armamento, lo que se me dificulta sumamente por razones que antes le tengo esplicadas.
Hoy llegará Colombres á esa Ciudad, y suplico a V. lo atienda en los trabajos importantes que va a emprender.
Oficialmente digo á V. que Gutierres pasó por el volcan con una gavilla de 30 o 40 hombres desde el 29 de junio, y que la noticia de V. nos llegó tarde.
Hagame V. favor de mandarme lacre encarnado, contando siempre con el afecto de su amo. y compo. Recomiendo a V. al 2o. ayudante de Salazar qe. va á curarse.
Y. Zaragoza



Zaragoza entrega el mando a González Ortega, va a Puebla seriamente enfermo, con el fin de cura, donde a poco fallece.
Amosoc Sete. 3 de 1862.


Mi querido amigo y compañero. C. Gral. Ygnacio Mejia. Puebla.
Hace tres dias comenzé estar un poco malo, y al dia siguiente, segun la opinion de los medicos Se me declaró fiebre la qe. habiendo tomado un caracter grave, me he visto precisado á ponerme lioy en camino para esa Ciudad, con el objeto de irme á curar; espero tenga V. la bondad de conseguirme una casa comoda donde pueda estar solo, para atender a mis males. Mañana llego á esa Ciudad, y deseo me tenga V. la casa lista para irme á pear directamente ella.
Al Separarme del Palmar, he entregado el mando del Ejercito, al C. Gral. Jesus C. Ortega, dando las ordenes respectivas para que Se le, reconozca como Gral. en Gefe, y á quien Se dirijirá V. para Asuntos del Servicio. Sin mas asunto, Soy de V. afmo. amigo y compañero que lo aprecia.
Por orden del Co. Gral. Ygo. Zaragoza.
Bruno Lozano

Los reaccionarios de Puebla se quedan con la Vela para sus procesiones. Abundantes bayonetas en Perote. Medicinas urgentes. Fusilamiento de Antonio Alvarez.
Palmar, Agosto 27, 862.


Estimado amo. y compo.
Una vez que consintio V. en que los reaccionarios de Puebla se quedaran con parte de la vela, para sus procesiones, en Atlixco hay una muy grande y necesitándose para tiendas de campaña de este Cuerpo de Ejército, que no asiste á festividades religiosas, sino que va á batirse con el enemigo estrangero, le suplico que en el acto la mande traer y la remita a este Cuartel Gral. para ser tiendas de campaña.
El Gobo. ha dado orden de que á esa ciudad sean conducidas multitud de bayonetas que se hayan en Perote: espero que inmediatamente las mande V. poner en buen estado, y me las remita, por que aquí hay cuerpos á los que absolutamente les faltan. Adjunto á V. un inventario de las medicinas mas urgentes que nos faltan en los hospitales, las cuales espero me remita lo más pronto posible.
Y á propósito de hospitales, hagame V. favor de decirme que ha sucedido con las mantas que le entregó á V. Colombres. Los $146 que entrego V. á este señor, se los remito con el Co. Coronel Feliciano Ortiz.
Cuente V. siempre con el afecto de su amo. y compo. qe. lo aprecia.
Y. Zaragoza
Fué necesario fusilar al Capn. Anto. Alvares, unico complicado en la desersion del ex-corl. Agapito Gomez. La conducta del 4o. Escuadron ha sido digna de Soldados de Zacatecas y amantes de su Yndependa. y libertad. En el 2o. ligo. de Guanajuato, también hubo su motin se fusiló al cabecilla qe. era un soldado y todo ha quedado quieto.
¡¡¡El hambre!!!!...
Los carros que de Perote conducen municiones pa. esa ciudad, haga V. que vuelvan por aqui con provisiones. Hagame V. favor de mandarme cinco carretas que se hallan en esa pertenecientes á Ledesma y Lomelin, las cuales puede V. reponer en esa ciudad con mas facilidad que yo en esta.
Y. Zaragoza
Hasta aquí la correspondencia.
Los momentos que vive el país son trágicos; el comandante en jefe del régimen de derecha habla abiertamente de la “integración de las economías de norteamerica” para congraciarse con el imperio. La mayoría de los mexicanos parecen no darse cuenta de esa fiebre entreguista que invade a los inquilinos de Los Pinos. Es hora de hacer honor a nuestra historia patria y cerrarle el paso a los apátridas de hoy, herederos de los conservadores derrotados por aquel indígena salido de las masas oscuras de su pueblo, el inmortal Benito Juárez. La Batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862, seguirá alumbrando nuestro destino soberano.

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