lunes, 23 de febrero de 2009

EL REFERENDO EN VENEZUELA
LA CONSTRUCCION DEL SOCIALISMO SIGUE ADELANTE
El pasado 15 de febrero, el hermano pueblo de Venezuela refrendó su decisión inquebrantable de continuar construyendo el porvenir en su país, bajo el liderazgo y la conducción del presidente Hugo Chávez Frías. La histórica victoria popular legitima con creces al actual régimen progresista y libertario, y le abre el camino para seguirle respondiendo a las demandas y aspiraciones de su pueblo, en su paso invencible hacia la liquidación total del injusto e inhumano modelo económico neoliberal.
El presidente Hugo Chávez y el régimen que encabeza están abriendo nuevos caminos y haciendo sus aportaciones a la experiencia histórica universal, al demostrar a sus detractores que cuando las reglas de la democracia formal se unen a la democracia económica surge la verdadera libertad política del pueblo. Una vez alcanzada ésta, queda superada y enterrada la etapa del formalismo de la democracia burguesa.
La soberanía popular debe ser la única que legitime la estancia en el poder de sus gobernantes, ya sea mediante el sufragio o por cualquier vía que estime conveniente. Al pueblo no le interesa tanto la reelección o la no reelección, lo que verdaderamente le interesa son los resultados, y si el presidente Chávez ha logrado -según la CEPAL- reducir la pobreza del 54 por ciento al 27 en sólo cinco años, bajando el desempleo y aumentando el poder adquisitivo, quiere decir que en los años de “dictadura” chavista se ha logrado más que en 30 de “democracia”.
El régimen socialista bolivariano logró en el referendo una aprobación del 55 por ciento contra el 45 de sus opositores. Una victoria que le permitirá a Hugo Chávez presentarse como candidato en las elecciones presidenciales del año 2012, para concluir en el 2019 su mandato. Los politólogos de la burguesía escandalizan hasta el delirio señalando que, en Venezuela se abrió paso a la instauración de una dictadura.
Si los intereses mayoritarios del pueblo se hacen del poder y luchan por su conservación, le podremos llamar con toda razón “dictadura del proletariado” que en su esencia es una democracia proletaria; por el contrario, si las clases poseedoras se hacen del poder y luchan para conservarlo y seguir disfrutando de sus privilegios, entonces le llamaremos “dictadura burguesa” que es la que se enseñorea hasta nuestros días en la mayor parte del mundo. Mientras no se supriman las clases sociales, entendidas éstas como categorías económicas en que se divide la sociedad, seguirá existiendo esa lucha política entre las dos formas de dictadura.
Dicen los analistas que el referendo fue inequitativo porque la oposición se enfrentó al poder del Estado y su maquinaria, esto es una verdad a medias. La verdad completa es que, esa maquinaria estatal, ahora en manos del pueblo, tuvo que enfrentar con decisión y valentía a la poderosa maquinaria del imperialismo y los costales de dólares distribuidos por la embajada de los Estados Unidos entre los cabecillas de la reacción interior.
Al conocerse el veredicto del pueblo el 15 de febrero por la noche, el mandatario venezolano hizo un juramento solemne ante sus compatriotas: “Me consumo y me consumiré gustosamente al servicio del hombre sufriente, del pueblo sufriente. Me consagro íntegramente al pleno servicio del pueblo. Todo lo que me queda de vida. Así lo juro, delante del pueblo, de mis hijas, de mis nietos. A menos que el pueblo decida lo contrario, este soldado será el candidato a las elecciones de 2012, para dirigir al país entre 2013 y 2019”. Sin duda alguna, el pueblo victorioso e invencible de Venezuela está abriendo sus brazos al porvenir. ¡Larga vida a la Revolución Bolivariana!

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