sábado, 24 de julio de 2010

VIENE AHORA EL CAMBIO DE MAYORDOMO
LA RENUNCIA DE CALDERON YA TIENE FECHA
Los recientes cambios en el gabinete presidencial, entre ellos el relevo en la Secretaría de Gobernación, con Francisco Blake Mora como titular, han sido como siempre artilugios teatrales que persiguen el propósito de ganar tiempo, maquillar la preocupante realidad, y desviar la atención del pueblo en los verdaderos problemas que afronta el país. Sin embargo, tal parece que tales cambios fueron los últimos que hizo el actual inquilino de los Pinos, pues para las fuerzas doctrinarias del PAN que detentan el poder el tiempo de los cambios de funcionarios de gabinete se agotó, esa etapa ha terminado, los dueños de la renta nacional y autores del fraude electoral de 2006 agotaron su paciencia, viene ahora la exigencia del cambio del titular del Poder Ejecutivo, la renuncia de Felipe Calderón a su calidad de mayordomo en jefe de los intereses oligárquicos ya tiene fecha.
Toda crisis económica también es política, no puede darse una sin la otra. La trágica realidad material que sacude a nuestro pueblo esta imprimiendo su huella indeleble sobre las clases directoras. México está a punto de ebullición, vivimos una etapa de convulsión económica y por lo tanto política, tiempos de choques inevitables entre las contradicciones sociales insolutas.
La falta de poder adquisitivo de la clase trabajadora da como resultado inevitable el achicamiento del mercado interno y el consecuente cierre de fábricas ante la escasa demanda de bienes y servicios, generándose a la vez el desempleo. Esa política mendaz y depredadora del neoliberalismo es la causante de la concentración de la riqueza y la desigualdad social, polos opuestos que producen la irritación de la sociedad, desencadenando uno a uno los problemas de la descomposición social.
Son razones económicas las causantes de la polarización social y política; son razones económicas las que generan la violencia delictiva en la sociedad. En la realidad actual la política no puede unir lo que la economía divide, primero hay que arreglar la economía; lo que subyace en lo profundo de la injusta estructura económica es la abierta confrontación entre las distintas formas de la apropiación de la riqueza. Una minoría rapaz se roba la mayor parte de la riqueza del país por medios ´´legales´´, empujando al pueblo al camino de la ilegalidad y la justicia por propia mano como medios para obtener los bienes materiales indispensables para la subsistencia. La criminal política salarial del régimen empobrecedor no puede conducir a las masas explotadas a un paraíso de paz y tranquilidad.
Sin contar con la estadística del universo de los delitos, se alega desde los Pinos que las 26 mil ejecuciones que han teñido de rojo la geografía nacional durante el sexenio calderonista es producto del narcotráfico y la rivalidad entre esas bandas delictivas, queriendo sostener que si se elimina ese tipo de delincuencia organizada nuestro país se convertiría en automático en el paraíso de la democracia y la paz social, lo que es absolutamente falso, porque la violencia en todas sus formas arropa a la sociedad en su conjunto. Con un ejemplo ilustrador se desmiente por completo a Felipe Calderón y sus funcionarios: Estados Unidos es el mayor comercializador y consumidor de drogas en el mundo, y sin embargo no es el país que sufre los mayores índices de violencia entre su población.
Ante ese estado de cosas, las élites oligárquicas, dueñas de la renta nacional y del poder político, están más asustadas que nunca por el monstruo ingobernable que han hecho de nuestro pueblo por la aplicación de sus políticas fallidas. El pánico se apoderó de las clases adineradas al no sentirse seguras de sus fortunas ni de la retención del poder, como el brujo que ha desencadenado con sus conjuros las fuerzas infernales, y éstas ya fuera de control amenazan con destruir al mismo que las creó.
Decididas a tomar cartas en el asunto, las fuerzas oligárquicas han estado observando con lupa el desfile de cambios entre los funcionarios del gabinete calderonista y cómo éstos no han resuelto ningún problema, están convencidas que no son los integrantes del gabinete los que fallan sino el que los preside, de tal suerte que han decidido cambiar de mayordomo a más tardar el 31 de diciembre del presente año. El fin que se persigue es acomodar un sustituto en los Pinos que pueda lograr estabilizar la alarmante situación del país antes del proceso electoral que definirá la sucesión presidencial. La estrategia demanda otra carta al frente del Poder Ejecutivo porque saben que si Calderón y su terquedad continúan hasta terminar el sexenio la derrota en los comicios presidenciales está garantizada. El candidato del PAN estaría derrotado automáticamente, y difícilmente el pueblo se tragaría el otro anzuelo de la ´´alternancia´´ con un candidato del PRI; las élites adineradas saben que de seguir las cosas por el mismo rumbo del desastre sus intereses sufrirían una aplastante derrota con cualquiera de los platillos que le presente al pueblo.
Recordemos que la llegada de Calderón a los Pinos no fue gratuita sino severamente condicionada por el comité de vendepatrias que lo impuso mediante el fraude electoral y lo instaló en el poder. Un presidente espurio que llegó lógicamente amarrado de las manos, con la encomienda de portar la estafeta de mayordomo en jefe a sueldo de los intereses oligárquicos.
El caso es que tales élites no han cosechado todo lo que programaron obtener durante la administración calderonista, y saben que todavía menos cosecharán si el poder se les va de las manos en la siguiente sucesión presidencial. Las gritadas ´´reformas estructurales que el país necesita´´, como ellos las definen, ya no llegarán en este sexenio. La fiscal, la laboral y la energética de segunda generación, la que abra de par en par la inversión privada en Pemex, tan esperada por el capital financiero, ya quedaron olvidadas por los actores políticos por el calentamiento del proceso sucesorio de 2012. Calderón les ha fallado, hay suficientes motivos para que los que lo sentaron en el poder lo depongan. La renuncia en los próximos meses del que gana como titular del Poder Ejecutivo no será lograda por la Presidencia Legítima de López Obrador, ni producto de la presión de las fuerzas progresistas del país, sino de las élites oligárquicas y financieras que lo instalaron en el poder.
Calderón se ha quedado sólo con el apoyo del grupo doctrinario y la ultraderecha cupular del PAN, las fuerzas del capital ya le retiraron su confianza. Es aquí donde debemos valorar las diferencias que existen al interior del conjunto de fuerzas retardatarias que se apropiaron de la conducción del país; entre ellas también conflictos de intereses, no son homogéneas. Digamos que hay dos grupos claramente diferenciados: el primero es el que integra la oligarquía pragmática, representante del capital monopolista y financiero, aliada de los intereses extranacionales, su única ideología es el dinero, no les importa quién esté en Los Pinos sino que sirva a sus intereses; el segundo grupo está compuesto por el panismo doctrinario, ultraconservador y clerical, distinguiéndose siempre por su mochería y a la vez por su labor al servicio de las clases poseedoras, éste sector esta interesado en mantenerse en el poder a como de lugar. La pugna que ha hecho crisis entre estos dos sectores que asaltaron el poder en santa alianza está por resolverse a favor de la oligarquía pragmática.
Para desentrañar el plan en marcha sólo hay que observar los acontecimientos que se suceden uno tras otro y descubriremos que llevan la misma dirección y el mismo propósito. Los monopolios mediáticos al servicio de la oligarquía pragmática han fabricado ya a Enrique Peña Nieto para que sea el próximo candidato presidencial del PRI, ese plan considera la necesidad de arrebatarle la silla al PAN para sentar a un priísta en su lugar y lograr una supuesta ´´alternancia´´ entre el mismo PRIANato. Ya hemos dicho que para los dueños de la renta nacional no importa cual partido ocupe el poder sino que sirva a sus intereses, y el PRI es el partido gemelo que les ha guardado lealtad mediante la llamada ´´oposición responsable´´.
La ejecución completa del plan pasa inevitablemente por la renuncia de Felipe Calderón, dejando en la silla como sustituto a un personaje que se preste a la maniobra, éste es Manlio Fabio Beltrones, Senador neoliberal y pieza clave en la legitimación calderonista, el primero de diciembre de 2006. El renunciante y el sustituto, se sabe de buena fuente, ya han sostenido con este propósito múltiples reuniones secretas. El priísta sonorense será el encargado de instrumentar el proceso de la llamada ´´alternancia´´ y entregarle el mando al otro priísta, Enrique Peña Nieto, al que visualizan vencedor en 2012. Ese es el plan.
Será esto posible, se preguntaran algunos, claro que lo es. Recordemos que la oligarquía pragmática es capaz de cambiar todo con el fin de que nada cambie, intentarán todo con el fin de garantizar la permanencia del estatus de privilegios vigente. Esa es la estrategia que los mantendrá ocupados hasta la conclusión de la sucesión presidencial.
Sin embargo cabe preguntarse, qué gana el pueblo con la renuncia anticipada de Calderón, y la respuesta es nada, en lo absoluto. Lo que hemos afirmado en estas líneas es la estrategia de la oligarquía para preservarse en el poder, nada cambia si se va Calderón y lo sustituye Manlio Fabio, es una medida que responde únicamente a ganar tiempo; mientras no cambie la actual correlación de las fuerzas políticas en el poder nada cambiará, ni con Peña Nieto ni con nadie que surja del PRIAN.
La estrategia del pueblo para arrebatarle el poder a la tiranía neoliberal es otra muy distinta; no se necesita ganar el aplauso de los grandes detentadores del capital sino ganar la conciencia de las grandes masas explotadas. Cuando esto último se logre el pueblo podrá reencontrarse con la victoria y marchar por el camino de su porvenir.

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