sábado, 17 de julio de 2010

CXVI ANIVERSARIO DE VICENTE LOMBARDO TOLEDANO
En el siglo XXI, a 116 años de su natalicio (16 de julio 1894-16 de Julio de 2010), Vicente Lombardo Toledano sigue presidiendo las luchas del pueblo mexicano. En el devenir de la humanidad hay seres afortunados por la historia. Nacen y se desarrollan en momentos de grandes transformaciones sociales. Si se hiciera un repaso de la vida de las personalidades que han influido en la marcha progresiva del género humano, nos encontraríamos con que los más grandes hombres han aparecido cuando una etapa está muriendo para dejar el paso a otra más avanzada; o cuando ya se está construyendo un nuevo estadio de la sociedad. La historia da a luz a sus hijos más preclaros cuando se conmociona con los saltos de más largas dimensiones.
La sociedad siempre engendra a sus conductores y los alumbra cuando tiene más necesidad de ellos. Por eso mismo, el advenimiento de los hombres superiores está sujeto a leyes objetivas. La correlación entre causalidad y casualidad han determinado siempre el carácter de los grandes guías de nuestra historia, de los cuales, los más destacados se han dado durante la Independencia, la Reforma, la Revolución de 1910 y el período constructivo de ésta que corre de 1917 a 1982.
Los años de formación de Vicente Lombardo Toledano corren de la aurora del siglo XX hasta la victoria del movimiento revolucionario. Pero como lo dijo varias veces: ´´comenzó a pensar en su patria el día en que estalló la Revolución´´. Por eso se ha dicho con razón que Lombardo es hijo genuino de la Revolución Mexicana. No pudo ir a los campos de batalla porque no tenía la edad para ello, pero el estallido social lo hizo meditar en México y lo empujó a dar sus primeros pasos por los senderos escabrosos de la lucha, hasta convertirse en el militante y teórico más acabado de ese proceso social que sacudió a nuestro país. Su obra es la síntesis de todo el proceso revolucionario mexicano, desde Miguel Hidalgo hasta Lázaro Cárdenas y las décadas posteriores hasta su desaparición física en 1968, analizado a la luz de la doctrina científica del marxismo-leninismo y la experiencia histórica universal.
Es imposible entender cualquier personalidad fuera de su contexto histórico. Dos vertientes confluyen a forjar a un hombre: la realidad material –socioeconómica- y las ideas que ella produce. Por eso es indispensable comprender la estructura social y sus transformaciones fundamentales, así como las corrientes del pensamiento de mayor influencia, para poder ubicar a un personaje de la historia y entender sus características más sobresalientes.
Gran parte de los años formativos de Vicente Lombardo Toledano corresponden a la etapa del llamado Porfiriato. El mismo hizo la caracterización esencial de este régimen. “La estructura económica y social de México era el latifundismo. El uno por ciento de la población era propietaria del 95 por ciento del territorio nacional. A los pequeños propietarios correspondía el dos por ciento de la propiedad rústica y a los pueblos y comunidades sólo uno por ciento, a pesar de que estos tres sectores de la sociedad constituían el 96 por ciento de la población dedicada a la agricultura”.
Las relaciones de producción en el campo tenían peculiaridades feudales y esclavistas. La servidumbre a que se sometía el campesinado tenía su reflejo en el peonaje. México era una colonia económica de las grandes potencias imperialistas. El 50 por ciento aproximadamente de la riqueza nacional estaba en manos de los monopolios norteamericanos. La clase obrera carecía de todo derecho; el país estaba muy lejos de poseer una legislación especial que rigiera las relaciones obrero-patronales, las cuales en esta época estaban sujetas a las leyes civiles. La huelga estaba considerada como un delito en contra de la libertad de industria y comercio, según lo estipulaba el Código Penal en vigor.
Una férrea dictadura sometía al pueblo mexicano. Cualquier crítica al sistema era castigada con la cárcel o con la muerte. El derecho del pueblo a elegir a sus gobernantes –base fundamental de la democracia formal- estaba ausente del panorama político de México. Había un abismo entre las clases sociales. Como en la época de la Colonia, se daba la diferencia entre los que todo tenían y los que nada poseían.

En consecuencia, tres objetivos fundamentales tenía que perseguir la Revolución Mexicana: la liberación del país respecto del dominio económico del extranjero; la destrucción del latifundismo, con supervivencia feudal-esclavista, y el establecimiento de un régimen democrático. Por tanto, fue una revolución antiimperialista, antifeudal y democrática. Esos fueron los principales aspectos de la realidad material que forjaron la personalidad de Vicente Lombardo Toledano y sus ideales emancipadores. Fue un hombre de la Revolución Mexicana, porque ella le hizo entender el drama de nuestro pueblo, le abrió los horizontes para afiliarse al pueblo trabajador y le mostró la vía que tenía el pueblo de México para seguir avanzando en el sentido de la independencia nacional y el progreso social.
Múltiples facetas abarcan la personalidad excepcional de Lombardo como militante, como teórico y hombre de cultura; de los cuales podríamos destacar por lo menos los siguientes: Se le reconoce su lucha para que el país tuviera una legislación del trabajo de carácter federal. Sus tesis fundamentales al respecto, fueron expuestos en la Convención Obrero-patronal, reunida en noviembre y diciembre de 1928, para discutir un proyecto de Código Federal del Trabajo, presentado por Emilio Portes Gil, Secretario de Gobernación en el Gabinete del Presidente Plutarco Elías Calles.
La CTM bajo su liderazgo, llevó a cabo una obra revolucionaria sin paralelo en la historia de México. Unificó por primera vez a todas las corrientes sindicales del país, contribuyó a la unidad del proletariado de América Latina, aplicó con agilidad y eficacia la línea estratégica y táctica de la alianza de la clase obrera con los campesinos y sectores democráticos, con el fin de conseguir objetivos comunes, ligando siempre las reivindicaciones inmediatas de la clase trabajadora con la batalla por la independencia económica de la nación.
El movimiento obrero mexicano, conducido por Vicente Lombardo Toledano, al llevar al terreno de la práctica la línea de la unidad de las fuerzas democráticas y antiimperialistas, dio impulso a la obra patriótica del Presidente Lázaro Cárdenas, hasta lograr la expropiación de la industria petrolera, objetivo largamente planteado por el dirigente obrero. Su destacado liderazgo en la organización y conducción del proletariado internacional es irrebatible; desde la CTM se convocó en septiembre de 1938 al Congreso Obrero Latinoamericano, del que surgió la central que tuvo mayor influencia en los pueblos del subcontinente: la Confederación de Trabajadores de América Latina –CTAL- que quedó bajo la presidencia del propio Lombardo.
En el ámbito del movimiento obrero mundial, no es menor la aportación del ilustre poblano. Desde la prestigiada tribuna de la CTAL, Lombardo se vinculó con el movimiento obrero de todos los continentes hasta lograr que estos esfuerzos culminaran en los Congresos Obreros de Londres y Paris, en 1945, que crearon la Federación Sindical Mundial, de la que el fundador de la CTM fue vicepresidente hasta 1963
Lombardo puso su vida al servicio de sus ideas e ideales, inspirados en las propias proclamas y rebeldías del pueblo mexicano. Fue militante, fundador y conductor de partidos políticos y funcionario público. Perteneció al Partido Laborista Mexicano, al Partido de la Revolución Mexicana y al Partido Popular, transformado en Partido Popular Socialista en 1960. Como funcionario público, fue Regidor del Ayuntamiento de la Ciudad de México, Oficial Mayor del Gobierno del DF y Gobernador interino de Puebla, entre otros. Como parlamentario participó en las legislaturas XXXI y XXXII del Congreso de la Unión.
Como educador, destacando solo algunos cargos, fue Secretario de la Universidad Popular Mexicana; de la Escuela Nacional Preparatoria en dos ocasiones; de la Preparatoria Nocturna. Fue fundador y director de la Escuela Preparatoria Gabino Barreda y de la Universidad Obrera de México. Maestro de la Escuela Nacional Preparatoria, de la Facultad de Jurisprudencia y de la de Comercio y Administración. Su amplia cultura y preparación como Licenciado en Derecho, Profesor Académico y Doctor en Filosofía, junto a sus ideales y obra escrita llenan alrededor de cien volúmenes, sin haber recopilado su trabajo en el extranjero.
Su ideal socialista jamás se apagó. Pero el socialismo que concebía para nuestro país debía tener los colores del paisaje de México y las vibraciones de la historia del pueblo. Debía estar enraizado en el ser nacional. Debía seguir la vía trazada por la Revolución Mexicana, a través de la democracia nacional y de la democracia del pueblo.
En la XLVI Legislatura del Congreso de la Unión, Vicente Lombardo Toledano ocupó un lugar de honor como Diputado del Partido que él fundó y dirigió hasta su muerte. Algunas de sus iniciativas forman parte de la vida parlamentaria y de las instituciones del país. Otras han sido recogidas en parte. Otra más, como la carrera parlamentaria y la reelección de diputados hoy es una bandera que ha hecho suya la derecha. Y sin duda una de las más importantes, como la relativa a un nuevo capítulo en la Constitución sobre la economía nacional, merecen nuevos estudios desde las actuales perspectivas de la nación. Quienes hoy se esfuerzan por rescatar el patrimonio cultural y la vida democrática de la capital del país con la creación del estado de Anáhuac, encontrarán en las iniciativas del maestro Lombardo Toledano valiosos puntos de vista que pueden ser considerados como fundamentos de un trabajo de largos alcances.
En el acto de homenaje que le rindieron sus amigos, discípulos, compañeros de lucha y personalidades del campo democrático en el Palacio de Bellas Artes, al cumplir sus 70 años de vida, reafirmó sus convicciones y su destino al lado de los trabajadores: “La vida me ha demostrado –expresó- que sin principios firmes derivados de una doctrina filosófica válida acerca del universo, del mundo y del hombre, lo mismo en la dirección del Estado que en la lucha política, no es posible una obra perdurable y fructífera. Transigir con los principios equivale al suicidio, hasta que no queda del que prevarica el recuerdo triste de un vencido que en vano proclama su victoria (…)
“La vida me ha enseñado que la decisión de servir va aparejada a la humildad, porque la vanidad y la soberbia no son sino la máscara que oculta incapacidad o una culpa que no quiere confesarse. La significación de la vida individual depende del grado de cooperación que se haya dado en la teoría y en la práctica a la conquista de las metas que la humanidad persigue…Desde que era estudiante no he sido sino eso: un soldado del ejército invencible de la clase trabajadora que todo lo produce, todo lo descubre y todo lo crea con sus manos y con su cerebro, lo mismo en las minas que en las fábricas, en las escuelas, en los laboratorios de investigación y en el interior de la conciencia. A ese ejército pertenece el porvenir, y si yo luché durante muchos años en el pasado, fue para llegar al presente, y si hoy lucho con pasión es para llegar al futuro. Por lo que a mí toca, seguiré la senda hasta el último momento de mi vida”.
En la noche del 16 de noviembre de 1968, la radio y la televisión transmitieron la noticia de la muerte de Vicente Lombardo Toledano. El PPS envió un mensaje a todos los partidos de la clase obrera del mundo para informarles que su conductor había dejado de existir. El Presidente Díaz Ordáz con todo su gabinete rindió homenaje al ilustre poblano. Lázaro Cárdenas hizo guardia ante el féretro, así como otras personalidades de la política, de la ciencia y la cultura. Una multitud lo acompañó a su última morada, en el panteón Jardín de la Ciudad de México (…desde 1994, en la celebración del Centenario de su Natalicio, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres). Para despedirlo hicieron uso de la palabra: un representante de la Federación Sindical Mundial; el pintor David Alfaro Sequeiros; el representante de la Central Única de Trabajadores de Chile, Salvador Ocampo, y Jorge Cruickshank García, en nombre del Partido Popular Socialista.
En el año de 1994, en la celebración del primer centenario del natalicio del maestro Lombardo, las fuerzas políticas de México le rindieron un merecido homenaje en la Cámara de Diputados, y acordaron instalar su nombre en letras de oro en los muros de honor del Salón de Sesiones, junto a los próceres que forjaron la patria. Ahí está su nombre, vigilante, desde entonces, ocupando el sitial de honor más importante al que puede aspirar un hombre de excepción. Desde ahí, donde se dan las más grandes batallas para decidir el rumbo de México, Vicente Lombardo Toledano seguirá presidiendo las luchas del pueblo mexicano.

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