domingo, 28 de marzo de 2010

EL EJE DE LA CRUZADA ANTINACIONAL
IMPERIO YANQUI, VENDEPATRIAS Y NARCOTRAFICO

Nuevos peligros se ciernen sobre la patria; el conjunto de elementos que sostienen el proyecto anexionista con los Estados Unidos se empatan nuevamente en el tiempo y el espacio. John Foster Dulles, Secretario de Estado del gobierno norteamericano, en los años cincuentas, se encargó de definir en pocas palabras el carácter del imperio: “Los EU no tienen amigos, tienen intereses. En la historia que hemos vivido con ese país se confirma que, cuando se alinean los apetitos del imperio yanqui con los intereses de los sectores apátridas criollos, es cuando hemos sufrido los peores atropellos y despojos de parte de los Estados Unidos.
El pasado 23 de marzo se llevó a cabo en la ciudad de México la reunión del Grupo Consultivo de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida para “revisar la evolución” de la instrumentación del programa. La delegación de funcionarios norteamericanos encabezada por Hillary Clinton pisó tierra mexicana, haciéndose acompañar por el Secretario de Defensa, Robert Gates; por el almirante Michael Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EU; Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Interior; Dennis Blair, Director Nacional de Inteligencia y; John Brennan, asesor presidencial de Seguridad Interior y Asuntos Antiterroristas, entre otros funcionarios.
El pueblo de México exige a los vendepatrias que habitan en Palacio Nacional hablar con la verdad ante la opinión pública, y nos digan los verdaderos compromisos que asumieron a nombre del pueblo con la representación del gobierno de los EU. La nota principal que circuló en los medios informativos al día siguiente de la reunión fue en el sentido de que ¡por fin! el gobierno norteamericano reconoció su responsabilidad en el tema de la violencia del crimen organizado. ¿Y eso de qué nos sirve? La clase política miope y sin un gramo de malicia se dedicó a celebrar el supuesto triunfo con fanfarrias. El reconocimiento de las culpas, hay que juzgarlo de este modo, significa el anuncio de que los yanquis ya decidieron tomar en sus manos la ejecución de la estrategia binacional contra el narcotráfico, en ambos territorios, y con ese pretexto intervenir en los asuntos internos de nuestro país.
Una nota de la prensa norteamericana, fechada en Washington el 24 de marzo pasado, descobija totalmente la actitud abyecta y entreguista de los funcionarios mexicanos encabezados por Patricia Espinoza, Secretaria de Relaciones Exteriores, en dicha reunión. La versión de esta nota se refiere a la ayuda militar que ofreció EU que no se entregará en este año sino hasta 2012, y relata la insistencia –casi imploración- de los funcionarios mexicanos para que se entregue dicha ayuda militar. Con esa zanahoria de la supuesta ayuda la parte americana obligó a la mexicana a hablar de “otros temas que son del interés imperial.
En audiencia ante el Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes -dice la nota- Robert Gates, el Secretario de Defensa de EU dijo que: “…No creo que haya habido nunca un encuentro que incluyera a un muestrario de funcionarios y oficiales del más alto rango de ambos países para discutir sobre una amplia gama de asuntos, no sólo sobre asuntos de seguridad”. El régimen de derecha está obligado a explicar al pueblo cuáles fueron los “otros asuntos que se trataron”.
Por su parte, el Jefe del Comando Norte de las Fuerzas Armadas de los EU, general Víctor Eugene Renuart, dijo en esa misma audiencia:”…hemos conseguido establecer una colaboración muy estrecha con las fuerzas armadas de México; la colaboración de los EU no sólo tiene como fin fortalecer las capacidades del Ejército mexicano en lo que llamó en su propia versión de contra insurgencia, sino ampliar la colaboración en los ámbitos de inteligencia y de vigilancia”, ¿vigilancia yanqui en nuestro territorio?. La propuesta de Obama, que es seguro que aprobaron los entreguistas es, eliminar la entrega de equipo militar a México para concentrarse en el entrenamiento a militares y policías mexicanos en materia de inteligencia, en procuración de justicia, combate a la corrupción y de respeto a los derechos humanos; es decir, las funciones públicas del Estado mexicano en manos directas del Pentágono y la Casa Blanca. La soberanía y la independencia nacionales en charola de plata a cambio de migajas, esa es la apuesta de los vendepatrias que ocupan desafortunadamente Palacio Nacional.
Ahora bien, ¿en qué interviene la descomposición social que vive el país -propiamente el narcotráfico y el crimen organizado- en este proyecto desnacionalizador en marcha?
Los asesinatos ocurridos en Ciudad Juárez, Chihuahua, de tres ciudadanos norteamericanos que laboraban en el Consulado, justo unos días antes de la celebración de la reunión del Grupo Consultivo de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida, nos abre los ojos para observar la alta posibilidad de una acción concertada entre los intereses de EU y los propios criminales materiales. En este caso, hay que recordar la teoría que sostiene que, los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, ocurrido en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, fue una acción concertada y financiada por el propio gobierno de los EU con el fin de justificar la guerra en Afganistán e Irak, y rescatar con esta acción la rentabilidad de las multinacionales que se dedican a la industria militar. Esa misma maniobra bien pudo ser aplicada en nuestro país, primero, para justificar la injerencia yanqui en Ciudad Juárez, Chihuahua, que fue tomada como cabeza de playa por todas las corporaciones policiales estadounidenses, y segundo, para preparar el ambiente previo de la reunión de alto nivel donde participó todo el gabinete armamentista de los EU. El fin, que la delegación mexicana llegara a la reunión ahorcada y sin fuerza para imponer su dominio sobre nuestro país.
Si fracasa el Estado policiaco implantado en el país por Calderón, es decir, que ni el Ejército ni todas las policías juntas pueden resolver la creciente violencia que se vive, ¿cuál es el paso a seguir? Se abre automáticamente la puerta a la justificación de los vendepatrias para solicitar ayuda al extranjero, como ya lo están haciendo al rogar que nos impongan su modelo de seguridad. El escenario sangriento, de múltiples y brutales asesinatos están preparando el ambiente para que sea el pueblo mismo el que, horrorizado del derramamiento de tanta sangre e inseguridad, implore la ayuda directa de los marines norteamericanos para que vengan a poner orden en nuestro país; esa es la apuesta de los vendepatrias. De este modo, el desastre nacional que vivimos es el pretexto inmejorable para favorecer los apetitos imperiales.
Esta claro que no serán los cuerpos policiales ni el Ejército mexicano los que resuelvan el problema del crimen organizado que azota nuestro país, ni siquiera mediante la intervención de todos los marines yanquis en nuestro territorio como algunos apátridas lo desean. Mientras no se ataquen las causas profundas que generan esta descomposición social la violencia seguirá en aumento. El problema de fondo son las políticas públicas implementadas por la derecha en el gobierno, porque son éstas las que producen el lumpen de la sociedad. El 94 por ciento de los delitos son patrimoniales -robos-, lo que habla de necesidades materiales que tienen que ser satisfechas mediante el delito a falta de un empleo y un salario digno que las resuelva; no se puede hablar de un país que disfrute de paz social cuando han ocurrido 18 mil ejecuciones sangrientas en lo que va del sexenio; tampoco se puede decir que vivimos en democracia cuando estamos bajo una dictadura económica y política que nos ha conducido a estos lamentables escenarios.
Los problemas de fondo son sociales, políticos y económicos; en esta sociedad enferma millones de jóvenes no estudian ni trabajan, viven en la incertidumbre y sin futuro ninguno, millones de amas de casa descuidan su familia porque tienen que trabajar largas jornadas en maquiladoras, un buen número de ellas son cabeza y único sostén económico de la familia; la clase trabajadora carga sobre sus espaldas una política salarial criminal que la condena a vivir en el hambre y la zozobra permanente; de esas masas surge inevitablemente la violencia social. Si el régimen de derecha de verdad quisiera combatir el problema de fondo tendría que eliminar el proyecto de desarrollo, el cual no ha funcionado durante los últimos 30 años de operación, cosa que no hará Calderón por su condición de apátrida.
En la reunión del Grupo Consultivo de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida los integrantes del eje de la cruzada antinacional afinaron sus estrategias. El imperio yanqui mueve su dinero para financiar tanto a los vendepatrias como a los grupos criminales en aras de encaminar sus intereses sobre nuestro país. El pueblo de Miguel Hidalgo, de José María Morelos y Pavón, de Benito Juárez, de Francisco Villa y Emiliano Zapata, no puede aceptar de ningún modo semejante humillación a su soberanía, por ello, sacar de Palacio Nacional a los entreguistas inmorales encabezados por la derecha proimperialista es hoy una necesidad histórica.

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