sábado, 20 de marzo de 2010

VICENTE LOMBARDO TOLEDANO Y LA EXPROPIACION PETROLERA

RECORDEMOS LA OBRA INMORTAL DE BENITO JUAREZ


El pasado 18 de marzo el pueblo de México festejó el LXXII Aniversario de la expropiación petrolera ejecutada por el presidente patriota General Lázaro Cárdenas; una medida nacionalista que contó con el apoyo del pueblo, y muy particularmente, del decidido apoyo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y de su dirigente, el líder del proletariado Vicente Lombardo Toledano. Ante la celebración de esta fecha histórica que el pueblo debe recordar para reforzar su convicción nacionalista, este espacio se suma a estos festejos trayendo hasta usted la transcripción textual de una nota del periódico El Popular, en su edición del 17 de marzo de 1945.
La nota informativa dice textualmente: "El Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo convocará próximamente, a iniciativa del presidente de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) licenciado Vicente Lombardo Toledano, a la formación de un Comité Internacional de la Industria Petrolera, cuya misión específica consistirá en estudiar las condiciones de trabajo en esta actividad económica en todo el mundo. México, al igual que los demás países latinoamericanos, productores de petróleo, formará parte del Comité Internacional, a través de sus delegaciones designadas por el gobierno, por la administración de PEMEX y por el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana; el Comité se reunirá en el lugar y fecha que indique la OIT.
En el banquete de homenaje que ayer al medio día le ofreció el Sindicato de Petroleros, al presidente de la CTAL, Vicente Lombardo Toledano, reveló por primera vez, desde su regreso de Londres, la victoriosa batalla que libró en el seno del Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, durante la reunión que ese organismo celebró en la capital británica, la primera quincena de febrero, para la constitución del Comité Internacional de la Industria del Petróleo.
"Lo que ayer parecía un sueño --dijo Lombardo Toledano al calificar la importancia del acuerdo que adoptó la OIT después del apasionado debate--, hoy es una realidad: Pasamos primero, en México, de los obreros libres del petróleo a los sindicalizados; después de los sindicatos gremiales, a los de la empresa, más tarde, de los de la empresa a los industriales, luego sentamos en Cali, Colombia, las bases para los sindicatos continentales de la industria. Hoy tenemos una nueva perspectiva: el sindicato mundial petrolero. Será un honor para el Sindicato de Trabajadores Petroleros de México, que en breve tiempo sea convocado por la OIT, el Comité Internacional de la Industria Petrolera, para que nuestro sindicato transmita en ella su experiencia y, presente su Contrato de trabajo y sus prestaciones, que serán un estímulo para los trabajadores petroleros del mundo entero, algunos de los cuales viven aún en una situación parecida a la esclavitud, especialmente en el Oriente Medio".
Este fue el fruto de la brillante intervención de Lombardo Toledano, en el citado organismo mundial del que es miembro, como representante de la clase obrera mexicana y latinoamericana. Alrededor del licenciado Lombardo se reunieron ayer al medio día, en ambiente de gran amistad, los miembros del Comité Nacional del Sindicato de Petroleros y los representantes que vinieron directamente de las zonas de campos de producción y de refinerías. Como invitados de honor al homenaje asistieron el Secretario General de la CTM, señor Fidel Velázquez; Alejandro Carrillo, director del Popular; Luis Gómez Z, quien asistió al Congreso Mundial de Londres; el senador Vidal Díaz Muñoz y numerosos dirigentes de la clase obrera. En un ángulo del salón del banquete lucía una pancarta con esta leyenda: "Homenaje de simpatía al C. Vicente Lombardo Toledano, con motivo de su brillante actuación en pro de la unidad proletaria del mundo, en la Conferencia de Londres".
La comida transcurrió en un ambiente de franca alegría. A los postres, el secretario del exterior del Sindicato de Petroleros, señor Francisco N. Arechandieta, hizo el ofrecimiento del homenaje, elogiando la obra trascendental de Lombardo Toledano, en el seno del Congreso de Londres.
Lombardo Toledano agradeció el homenaje. Al levantarse de su asiento fue objeto de calurosa y emocionada ovación. Dijo que la historia del Sindicato de Petroleros es, en cierto sentido, la historia misma de la Revolución. "El petróleo, hace muchos años, como lo dijo el magnífico poeta López Velarde, se lo escrituró el diablo a nuestro país, sólo que el poeta murió prematuramente...pues el diablo habría de desaparecer ante el poderoso empuje del pueblo mexicano en contra de la dictadura y en favor de una patria vigorosa".

El líder de la CTAL recordó que las luchas de los petroleros, desde los albores de la Revolución Mexicana, hasta la brillante jornada del 18 de marzo de 1938, fue una etapa de importancia histórica para México y representó para el sindicato de petroleros una nueva vida. Surgió una conciencia más robusta. Se consolidaron las conquistas de los trabajadores del petróleo, y su organización comenzó a cobrar influencia entre los obreros petroleros de la América Latina.
Cuando se convocó al segundo Congreso de la CTAL, en Cali, Colombia, la presidencia de esa internacional se puso de acuerdo con el comité ejecutivo del sindicato para que se aprovechara esa reunión para celebrar, al margen de ella, cambios de impresiones entre los representantes petroleros mexicanos y las de otras naciones del hemisferio, con el ambicioso propósito de iniciar conversaciones que culminaran con la constitución del primer sindicato internacional de la industria que será convocado por la CTAL. "Despertó tal interés la reunión de Cali –dijo Lombardo Toledano--, que en todos los países latinoamericanos productores de petróleo y aun en la Argentina, a pesar del régimen fascista que padece, hay el propósito de robustecer este principio de entendimiento y de fraternidad".
Después reveló Lombardo Toledano el debate sensacional que se produjo en el Consejo de Administración de la OIT, en el que se impuso, como resonante triunfo de la América Latina, la formación del Comité Internacional de la Industria del Petróleo, que estará integrado por representantes de los gobiernos, de las empresas y de los trabajadores. (Éste anuncio fue recibido con un aplauso clamoroso y entusiasta). Después de agradecer el homenaje, Lombardo Toledano exclamó: "En 1918 fui a Veracruz y Tampico a empezar a luchar. El petróleo era un mito y constituía el patrimonio del diablo, como lo dijo el poeta. Hoy es el patrimonio de la patria... mañana será el patrimonio de todos los pueblos libres de la tierra; seguiremos vinculándonos en el seno de nuestra gloriosa CTAL, por el bien de México y de la América Latina".
León Vargas, de las secciones del Norte, pronunció palabras de amistad y de afecto a Lombardo Toledano, expresando el cariño que por él sienten los trabajadores de aquella región. Raúl Lara Labastida, de la Zona Centro, agradeció al presidente de la CTAL su ejemplar dedicación a favor de la clase obrera y de los petroleros. Jesús Chiñas hizo un fervoroso homenaje al líder de la clase obrera latinoamericana. Invitado a hablar, el Secretario General de la CTM, señor Fidel Velázquez dijo: "Me uno al homenaje, no sólo por la brillante labor del compañero Lombardo Toledano en Londres, sino por toda su obra. A él debemos lo grande y noble que tiene el proletariado de México", y finalmente, el senador Vidal Díaz Muñoz habló de la trascendental labor realizada por Lombardo Toledano". Hasta aquí la nota del periódico El Popular citada textualmente.
Y para finalizar el homenaje al maestro Lombardo, uno de los principales artífices de la expropiación petrolera, citamos textualmente el contenido de la siguiente carta de felicitación, la cual dice así:"ASOCIACION DE ANTIGUOS PETROLEROS, A.C. Apartado postal 1570, México, DF, a 18 de marzo de 1968. Asunto: Felicitación. Señor licenciado Vicente Lombardo Toledano, presente. Esta Asociación Civil que, como es del conocimiento de usted, está formada por trabajadores petroleros con antigüedad anterior al 18 de marzo de 1938, y que en gran mayoría ocupamos puestos de representación sindical en el propio año de 1938, desea felicitarlo al cumplirse el trigésimo aniversario del acto realizado por el señor general Lázaro Cárdenas, al expropiar los bienes de la mayoría de las compañías petroleras extranjeras que operaban en nuestro país.

"Como testigos de la valiosa, relevante y patriótica colaboración que, como mexicano y como secretario general de la Confederación de Trabajadores de México, prestó usted al señor presidente de la República, le recordaremos siempre con afecto y gratitud, pues estamos convencidos de que su intervención en el caso fue factor determinante para llevar a cabo el acto expropiatorio. Aprovechamos esta oportunidad para reiterarle las seguridades de nuestra sincera y leal amistad. Por la Asociación, Teódulo Angulo Delgado, José Castillo Zamora y Francisco Arechandieta O." Hasta aquí la carta de felicitación al maestro Lombardo Toledano.
La razón de traer a este espacio éstos documentos históricos es para contribuir a que las nuevas generaciones de mexicanos, en especial la juventud estudiosa y los jóvenes trabajadores que se sirvan leer esta modesta colaboración, conozcan la contribución de este ilustre mexicano en la expropiación petrolera, lo cual constituyó una de las páginas más brillantes de nuestra historia patria.” “NACIONALIZAR ES DESCOLONIZAR”: VICENTE LOMBARDO TOLEDANO.



RECORDEMOS LA OBRA INMORTAL DE BENITO JUAREZ
Hoy que la fiebre aliancista de la derecha arrastra hasta a los partidos de “izquierda” que se dicen juaristas de palabra, con el fin de preservar su dominio sobre la nación; hoy que los enemigos de México encabezados por el Partido de Acción Nacional han presentado una iniciativa ante la Cámara de Senadores, con el fin de reformar el artículo 27 constitucional pretendiendo eliminar los impedimentos para que los extranjeros puedan hacerse del dominio directo sobre las fronteras y costas del país, lo que equivaldría a despojar a la patria del último escudo que resguarda su territorio; cuando la soberanía y la independencia se ven comprometidas ante el asedio del imperio yanqui, el que prácticamente toma ciudad Juárez Chihuahua como cabeza de playa y amenaza con intervenir militarmente en nuestro país para “ayudar” generosamente a erradicar las bandas delictivas de narcotraficantes, resulta imprescindible rescatar la vigencia plena de la obra juarista.
Las circunstancias y el marco histórico que nos rodea son difíciles, igual lo eran en los tiempos juaristas, pero el espíritu indomable, su elevado patriotismo, y el temple ante la adversidad junto al empuje del pueblo fueron determinantes para escribir la epopeya victoriosa en el Cerro de las Campanas. Urge que retomemos las cualidades de patriota y de guerrero invencible para celebrar cada quien desde nuestro puesto de combate el 204 aniversario del natalicio juarista.
Los pilares fundamentales de la nación mexicana son Hidalgo, Morelos y Juárez. Constituyen la misma lucha, el mismo ideal, el mismo rumbo, Hidalgo ha trascendido al paso del tiempo, porque además de iniciar la lucha por la independencia de la patria, emergió como un profundo reformador social que con gran visión supo determinar que la lucha insurgente debía ser también la lucha para obtener mejores condiciones de vida del pueblo, mediante la destrucción del orden colonial de la Nueva España, caracterizado por la explotación y la discriminación social, en donde la Iglesia Católica jugó un papel preponderante para mantener el dominio español. La historia le dio la razón a Hidalgo, porque a pesar de que se obtuvo la independencia en 1821, pero sin tocarse el régimen económico y social del virreinato, los problemas siguieron vigentes y la lucha continuó. Estaban en pugna dos concepciones sobre la nación: el México con las características de la colonia, para el provecho de una minoría, posición que fue defendida por la corriente clerical y conservadora. De otra parte, el México que defendía la corriente histórica nacionalista, popular y revolucionaria, inspirada en Hidalgo, Morelos y Guerrero. A esta corriente liberal se ligó Benito Juárez desde 1830, en que inició su participación política.
A mediados del siglo XIX, después de tres décadas de enfrentamiento ideológico y político entre esas dos concepciones históricas del país, irreconciliables, la situación hizo crisis, demandando una solución definitiva. Al triunfo de la Revolución de Ayutla, la corriente liberal promulgó la Constitución de 1857 y otras leyes, y aunque esas medidas no tenían la profundidad que se requería, fueron suficientes para motivar la airada rebelión del grupo clerical reaccionario que vio afectados sus fueros y privilegios.
Al Presidente Benito Juárez, le tocó hacer frente a la Guerra de Tres Años, a la Intervención Francesa y al llamado Imperio de Maximiliano, que en rigor constituyeron episodios de un mismo hecho histórico, originado por la ambición del clero y los conservadores. La obra que consumó entonces Benito Juárez, como líder ideológico indiscutible de los hombres de La Reforma es enorme: estableció la plena soberanía del Estado Mexicano sobre todas las corporaciones, entidades y personas del país y recuperó para el Estado el control directo de todas sus atribuciones y facultades, creando al respecto las instituciones jurídicas necesarias para el buen desarrollo de la vida social.
Asimismo, Juárez destruyó los vestigios de la colonia mediante la promulgación de las Leyes de Reforma e instituyó la completa independencia del Estado y al Iglesia, y en consecuencia, el fin de las relaciones de México con el Vaticano y la prohibición de la presencia de funcionarios públicos en las ceremonias religiosas. El benemérito defendió con patriotismo ejemplar la independencia, la soberanía y la integridad de la nación hasta derrotar en forma aplastante a los invasores franceses, destruyendo en forma definitiva los apetitos imperiales sobre nuestro país. El juarismo entregó a la nación y a los pueblos del mundo los principios de una política exterior justa: el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la no intervención. Decretó la libertad de conciencia, el derecho a creer o no creer y la completa liberta religiosa; creó el sistema educativo nacional fundado en la escuela científica y laica, gratuita y obligatoria, base de la democracia y de la plena formación del hombre. De ésta forma quedó unido indisolublemente, el nombre de Juárez a México.
Décadas más tarde, ya entrado el siglo XX, la Revolución Mexicana ratificó y enriqueció los fundamentos trazados por el Presidente Juárez y vigorizó esta concepción de nación, estableciendo los derechos sociales y mayores atribuciones al Estado para intervenir en la economía del país, con objeto de impulsar el desarrollo económico y crear mejores formas de vida del pueblo. Sin embargo, este rumbo histórico que viene desde Hidalgo, Morelos, Guerrero, Juárez y la Revolución Mexicana, al que podríamos calificar como de nación independiente y soberana, comprometida con el bienestar del pueblo, ha sido interrumpido y fracturado por la ascensión de la derecha al poder, quienes han continuado y profundizado la política neoliberal que tantos y severos daños ha causado a nuestro sufrido pueblo. El propósito fundamental de estas fuerzas negativas que nos gobiernan, es -con la ayuda de algunos “socialdemócratas”- sustituir el modelo de nación creado por el pueblo a través de sus tres revoluciones, para imponerle a la patria el rancio conservadurismo de sus antepasados.
Al efecto, los gobiernos de derecha han vulnerado la función histórica del Estado revolucionario mexicano como promotor del desarrollo y ha cedido este papel a una minoría enriquecida. A su vez, se ha pretendido minar la conciencia patriótica de los mexicanos, con la tesis falsa de que sólo conciliando los intereses de México con los del imperialismo norteamericano podremos progresar; en esta embestida antinacional, el clero ha tomado su lugar en el terreno ideológico para disipar del pueblo la posibilidad de construir una sociedad justa y digna.
Esta concepción distinta de nación que postula la derecha tiene como protagonistas al clero, a la minoría enriquecida y a los yanquis, los cuales despliegan febrilmente todos sus esfuerzos para deteriorar los cimientos históricos, sociales y políticos de nuestra nación. Ahora mismo, los intereses imperiales atacan de nuevo presionando a sus personeros domésticos para adueñarse de lo que nos queda de patrimonio nacional.
De nueva cuenta están en pugna dos concepciones irreconciliables de nación: una es la que se sustenta en las luchas y principios históricos de nación independiente, comprometida con el bienestar del pueblo, la otra es la de estos sectores que quieren borrar la conciencia de los mexicanos y destruir la nación transformándola en una entidad subordinada a los Estados Unidos, donde los principios de soberanía, independencia, justicia social y patria dejan de tener sentido. En la celebración de un aniversario más del natalicio del héroe más grande de México, Benito Juárez, y ante las actuales acechanzas del exterior que se llevan a cabo en contubernio con las fuerzas retardatarias y conservadoras, vencidas ayer por Juárez, y que por desgracia hoy nos gobiernan, es útil recordar las palabras de Juárez en su memorable carta al embajador de México en los Estados Unidos, Matías Romero, cuando el país se encontraba en circunstancias difíciles por la ocupación de nuestro territorio por las fuerzas francesas.
"Qué el enemigo nos venza y nos robe si tal es nuestro destino; pero nosotros no podemos legalizar ese atentado, entregándole voluntariamente lo que nos exige por la fuerza. Si la Francia, los Estados Unidos o cualquiera otra nación se apodera de algún punto de nuestro territorio y por nuestra debilidad no podemos arrojarlo de él, dejemos siquiera vivo el derecho para que las generaciones que nos sucedan lo recobren. Malo sería dejarnos desarmar por una fuerza superior, pero sería pésimo desarmar a nuestros hijos privándolos de un buen derecho, que más valientes, más patriotas y sufridos que nosotros lo harán valer y sabrán vindicarlo algún día": Benito Juárez García.

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